Todos esperamos con ansias ver cuales iban a ser los cambios dentro de Motorola Mobility después de ser adquirida por Google. En esta ocasión, tenemos la oportunidad de probar dos nuevos terminales que van a ser lanzados en Argentina en unas semanas nada más. Estos móviles son la nueva apuesta de Motorola por competir en el reñido mercado de los teléfonos inteligentes. A continuación analizamos sus aspectos más destacados (y otros que no tanto).

Diseño

Siguiendo la misma línea de sus ya conocidos RAZR, motorola ha decidido dotar a estos modelos de un aspecto robusto y confiable. Los detalles distintivos con otros terminales, son su forma de bordes marcados, la ya tradicional textura posterior y los tornillos visibles a los lados, un aspecto que nos pareció bastante atractivo, que le dan un tono “industrial” y aportan a esa sensación de dureza que tantos buscan hoy en día en un smartphone. Visualmente podemos encontrar:

• Frente. En el D1 una pantalla de 3,5” con botones físicos. En el D3 la pantalla de 4” con botones virtuales “en pantalla” estilo Ice Cream Sandwich, y su cámara frontal.

 

• Lateral derecho. Botón de encendido y bloqueo y controles de volumen.

 

• Lateral izquierdo. Encontramos la primera cualidad distintiva del D3: ranuras para la tarjeta SIM (de tamaño normal, nada de microSIM o nanoSIM). En ambos equipos: los conectores MicroUSB, por donde se realiza la transmisión de datos a una PC y se cargan los dispositivos.

 

• Parte trasera. Aquí encontramos el tradicional logo de Motorola, aparte del altavoz y la cámara, en el caso del D3 ésta posee flash LED, mientras que su hermano menor se reemplaza con un espejo para “apuntar” si nos queremos tomar una foto.

• Carcasa: es otro de los puntos donde encontramos diferencias en estos terminales, ya que el D3 está construido en un formato unibody (cuerpo único), mientras que el D1 posee un formato más tradicional, con tapa y batería removible.

Si bien están construidos en plástico, gracias a su grosor y los bordes traseros ligeramente redondeados y su pequeño tamaño (comparándolos con otros terminales Android, que por lo general son significativamente más grandes), ambos terminales poseen una buena ergonomía, a excepción de la parte trasera, que se siente resbalosa cuando tomamos el terminal y que puede hacer que a más de uno se le caiga.

Procesador

Este es uno de los apartados en el que más atención debemos prestar al comprar un nuevo terminal ya que guarda una estrecha relación con que tan “rápido” nos va a responder nuestro teléfono, por eso, nos pasamos un largo rato testeando ambos modelos para asegurarnos unos buenos resultados a la hora de pasarles nuestras notas.

Sabemos que estos terminales caen dentro de la gama media, porque no ostentan esos procesadores último modelo de incontables núcleos y altas frecuencia, pero a pesar de las expectativas que se pueden tener de los mismos; y ya sea gracias a el “project butter” de Jelly Bean o a la buena optimización a la hora de portar el SO por parte de Motorola, ambos poseen una fluidez realmente increíble. En ellos encontramos un procesador ARMv7, de un núcleo y 1GHz en el caso del D1 y doble núcleo / 1,2 GHz en el caso del D3. Ambos incorporan 1GB de RAM, que es un estándar en estos días y les da ese toque extra a la hora de ejecutar varias aplicaciones al mismo tiempo. A continuación los resultados de los benchmarks Antutu y Quadrant:

 D3

D1

 

Gráficos

Hoy en día, muchos usamos nuestros terminales para pasar el rato con alguno de los juegos que incorpora el Play Store, por ello consideramos al apartado gráfico como un aspecto significativo y estuvimos indagando un poco para descubrir de qué son capaces estos teléfonos.

En ambos encontramos una GPU PowerVR SGX 531, que es un chip de bajo coste, pero relativamente buenas prestaciones. Para que nos demos una idea del mismo, posee la mitad del rendimiento que uno de sus hermanos mayores, el SGX 540 incluído en el Samsung galaxy Nexus (midiendo en GFLOPS y MPixels/s a 200MHz). Pero los números sólo nos cuentan la parte aburrida de la historia y siempre en condiciones óptimas, así que sacamos el niño que tenemos adentro y los probarmos en el mundo real y con juegos reales. Decidimos testear los juegos más descargados del Play Store, los que usan el común de las personas, y obtuvimos estos resultados:

• Angry Birds: Archireconocido juego que más de uno aún conserva en alguna de las pantallas de inicio de su teléfono. Aquí pudimos evaluar el dibujado más simple en 2D, en el cuál tuvo un rendimiento óptimo en ambos terminales, a excepción de un muy pequeño lag en algunos momentos en el D1.

• Fruit Ninja: en este juego, podemos elevar un poco el desafío para estas GPU’s e incorporar algunos objetos 3D en el renderizado. Aquí si pudimos notar una diferencia, que puede sorprender a algunos, pero tiene una explicación lógica. En esta prueba el D1 salió mejor parado que el D3 con una jugabilidad normal y aceptable, a diferencia de su par más potente que experimentó cierto lag. Esto es explicable, si tenemos en cuenta que ambos poseen la misma GPU, pero el D3 tiene que procesar muchos más pixeles que el D1 (debido a su pantalla de mayor resolución).Así, donde ganamos definición, perdemos performance.

• Temple Run: con un resultado similar al anterior, el D3 cayó aún más en esta prueba con un lag que provocaba, por momentos, ganas de dejarlo en la mesa y tirar unas partidas de LoL en la PC. Tengamos en cuenta que aquí no sólo se dibujan frutas en pantalla, sino que la totalidad de la misma posee objetos 3D con texturas definidas.

• Epic Citadel: Lo sabemos, no es un juego, pero es una muy buena forma de observar hasta dónde puede llegar un terminal. En este benchmark que utiliza el motor gráfico Unreal 3, se pone realmente un estrés importante tanto en los procesadores gráficos como en los lógicos, ya que incluye texturas de bastante resolución y efectos como sombras, destellos y hasta reflejos en tiempo real. Aquí, notamos un relativo avance del D3 impulsado por su procesador de doble núcleo, en donde sacó un promedio de 42,4 FPS mientras que el D1 obtuvo 43,1 FPS. Aunque en número sigan iguales tengamos en cuenta nuevamente que el D3 posee mayor resolución, y por lo tanto se obtiene una experiencia mucho más nítida. A continuación les dejamos algunas comparativas de la calidad de imagen.

Almacenamiento

Pasando al almacenamiento, disponemos una memoria flash interna de 4GB, pero como ya sabemos, eso no es lo que nosotros como usuarios podemos manejar. En ambos, Android consume un poco menos de la mitad de la misma, los que nos deja unos 2,2 GB libres para nuestros antojos de aplicaciones, lo cual es suficiente para un uso normal y coherente. Igualmente, ambos dispositivos admiten tarjetas microSD de hasta 32GB.

Radios y sensores

Finalizando esta sección, ambos dispositivos poseen Wi-Fi 802.11 b/g/n, Wi-Fi hotspot, Bluetooth 4.0, acelerómetro, sensor de proximidad y sensor de luz.

Completando con las diferencias, el D3 posee también sensor de orientación y campo magnético y una función muy interesante, el NFC, que es una forma muy cómoda de compartir contenido mediante Android Beam y en un futuro, se usará para realizar pagos directamente desde el móvil con tarjetas de crédito y débito.

Nuestro otro objeto de pruebas, el D1, también posee una función interesante, incorpora una sintonizadora de TV, tanto analógica como digital. Según nuestras pruebas, la analógica no otorga buenos resultados, mientras que la digital posee buena calidad de señal, pero para ambas, es necesario conectar un auricular o el extensor de señal que viene incluido en la caja.

Pantalla

Un aspecto que interesa cada vez más. Hoy en día, estamos en la era de las pantallas HD y 1080p, por eso nos pusimos a testear extensamente las pantallas de estos dispositivos. Pero antes les comentamos en que se constituyen las especificaciones técnicas de las mismas.

 

 

Al comprobar las pantallas una al lado de la otra, notamos una diferencia drástica en la calidad, la del D3, posee una muy buena calidad, pero la del D1, cae muy por debajo de la de su par. La misma, posee baja densidad de pixels (que genera un notorio efecto de “serrucho”) y, si bien técnicamente ostenta una profundidad de color de 32 bits, cuando comparamos también se observa a simple vista que “le cuesta” mostrar gradientes parejos.

 

Cámara

Este es uno de los pilares en los cuales se centró Motorola al desarrollar estos terminales. Las cámaras incorporadas en estos dispositivos llaman notablemente la atención, ya que poseen una calidad de imagen que nos sorprendió totalmente. En ambos encontramos un sensor trasero de 5MP con tecnología BSI (BackSide Illumination) y HDR (High Dynamic Range). En el caso del D1 con una resolución de 2592×1944 px. En el D3 con una resolución máxima de 3264×2448 px y la incorporación de flash LED y una cámara frontal de 1,2MP (1280×960).

En cuanto a la grabación de video, encontramos nuevamente superior en calidad al D3, que gracias a su procesador de doble núcleo admite tomar imágenes en movimiento a una mayor resolución: 720p a 30FPS, comparado con los 480p a 30FPS del D1. Los resultados son fácilmente observables en las imágenes a continuación, donde pusimos como referencia la cámara de un Galaxy S3 (qué se tiene como un estándar de excelente calidad en cámaras de smartphones), para que denotar la destacada calidad de las mismas.

Software

Antes mencionamos que algo a destacar de estos smartphones es la cámara. Otro aspecto destacable es su software, ya que, para sorpresa de muchos, ambos terminales incorporan la última versión de Android: Jelly bean (4.1.2). Aparte, el fabricante se comprometió a actualizar y seguir dando soporte a estos terminales, algo que, como sabemos todos, ningún fabricante hace bien y menos aún en un terminal de gama media y/o baja.

Algo típicamente polémico en el ámbito de Android son las capas de personalización que cada fabricante diseña e instala en sus dispositivos. En ambos terminales, podemos encontrar algo que alegraría a algunos de los fanáticos de Android AOSP, ya que si bien Motorola estuvo modificando y adaptando el sistema operativo a los mismos, poseen una de las experiencias más “limpias” de Android.

Como mencionamos antes, poseen una interfaz sencilla, con las aplicaciones diseñadas por Google que podemos encontrar en cualquier Nexus, como Personas (contactos), el Dialer y Calendario entre otras. Se preguntarán: ¿en qué se diferencian, entonces, el D1 y D3?. La respuesta es, en varias cosas: algunas interesantes como las Smart Actions o el famoso widget de círculos y otras no tanto como el diseño del lanzador y la “Configuración Rápida”.

Entre lo interesante que se introdujo al SO nativo encontramos “Smart Actions”, una aplicación diseñada por Motorola, que mediante la configuración de disparadores y acciones puede hacer que nuestro móvil sea aún más inteligente, logrando que efectúe acciones de manera automática cuando se cumplan ciertas condiciones. Como ejemplo, la aplicación viene por defecto con algunas ya prediseñadas como “ahorro de energía” que reduce el brillo de pantalla y desactiva funciones innecesarias cuando queda menos del 25% de batería y no se está cargando. Si bien puede ser tedioso sentarse a configurar una regla, podemos tildar a Smart Actions como una aplicación muy útil y que puede lograr evitarnos hacer tareas similares todos los dias, como poner en silencio el teléfono cuando estamos en el trabajo o iniciar el reproductor de música cuando conectamos los auriculares. Para todos aquellos que les resulte interesante esta app (y no poseen un Motorola), podemos recomendarles que prueben profile flow o tasker.

Pero cuando probamos estos androides, encontramos bastante incómodo el diseño del launcher y el panel de “configuración rápida” que posee los accesos directos a las configuraciones más comunes como Wi-Fi, bluetooth y demás. El aspecto que no nos gustó del launcher, es su modalidad de pantallas de inicio, no poseen scroll infinito (como sí existe en la gran mayoría de los androids) y en el extremo izquierdo de las pantallas de inicio aparece la opción de agregar una nueva página. A su vez en el derecho encontramos los accesos rápidos que mencionamos anteriormente (en vez de estar como en la mayoría de los terminales android en la barra de notificaciones). De todos modos, gracias a la magia de Android, si nuestro rechazo por algún aspecto de un teléfono es suficientemente poderoso como para decidir sentarnos y tomarnos un tiempo para modificarlo, siempre podemos encontrar una aplicación que lo reemplace o modifique, en este caso un nuevo launcher de los cientos que hay en el tienda de Google.

 

Batería

En este aspecto no podemos sumarle ni restarle puntos, ambos están dotados de una buena batería en relación a su hardware. Así encontramos en el D3 una batería de 2000 mAh y 1785mAh en el D1. Todos conocemos que este es el punto débil de todos los smartphones de hoy en día, y por el cual todos nos hemos quejado alguna vez, pero en este aspecto ambos terminales dieron una óptima duración de batería en uso normal (3G, llamadas, aplicaciones y algún juego y video en un viaje al trabajo) de un día y medio aproximadamente. En un uso intensivo, ambos poseen una autonomía de unas 5 o 6 horas.

Aparte de nuestras propias impresiones, decidimos dejarles los resultados del bench de batería de AnTuTu para que se hagan una idea de las capacidades de las baterías de forma más visual. Cabe destacar, que este test hace uso intensivo del procesador para hacer consumir batería como si estuviera siendo usado intensivamente y tanto este como el testeo a “ojo” (nuestro), siempre terminarán variando según el uso específico de cada usuario, pero al menos deja una buena idea de cuanta lucha aguantan.

GPS

Otra de los aspectos más criticados no sólo en Android, sino en muchos dispositivos, es el GPS. Este último se lo piensa como una de esas características que ya viene “por defecto” en prácticamente todos los smartphones, pero esto no deja de lado que en la mayoría, posee un rendimiento que por lo general no llega siquiera al simple “bueno”. En el caso de ambos terminales, sigue la misma línea marcada por la mayoría de sus competidores, en el cual estuvimos esperando unos 2 minutos para obtener un posicionamiento. Eso si, una vez fijada la posición, tenían un muy buen margen, de hasta 3 metros en el D3 y hasta 5 en el D1. Estos resultados los obtuvimos probándolos en la calle, en varias zonas, desde lugares medianamente abiertos, hasta algunas zonas con bastante concentración de edificios y en general siempre con los mismos resultados, largo tiempo de espera para el fix pero con buena precisión.

Conclusión

En nuestra opinión ambos terminales poseen una buena oportunidad de triunfar en el mercado de los gama media y baja, ya que introducen características muy interesantes, como la calidad de sus cámaras y la comodidad de su diseño. Y si bien no vamos a poder jugar a los juegos más demandantes y su posicionamiento con GPS deja mucho que desear, consideramos que para un usuario común o alguien que no precisa o no le interesan las funciones más avanzadas de terminales más caros, estos dispositivos son la opción ideal a la hora de comprar un nuevo teléfono. Como último punto, solo quedaría esperar que Motorola cumpla con lo prometido: actualizar y no dejar en el olvido a estos terminales.

¿Que les parecen estos terminales? ¿Comprarían alguno?

Ficha técnica

 

Pros

• Buena calidad de cámaras

• Notable fluidez y actualización garantizada

• Precio relativamente bajo comparado con el hardware

Contras

• Baja calidad de pantalla en el caso del D1

• GPS deficiente y con largos tiempos hasta el fix

• Lag en algunas aplicaciones demandantes

 

Precio

D1: $849 con Plan Personal de $135

D3: precio estimado de $1299

Puntaje: 8.0