3 septiembre, 2012
Uso una tablet desde abril del 2010, cuando Apple creó esta nueva categoría de producto. Desde entonces no me separo de mi iPad, se hizo indispensable en mi vida cotidiana, no pasa una hora sin que lo encienda, lo llevo al baño y duerme al lado mío. Cuando me obligo a dejarlo en casa, para salir por una vez sin el bolsito, siempre termino necesitándolo. Ahora que ya conocen mi background, contestaré algunas preguntas frecuentes:
¿iPad o Android?
De cada 10 tablets vendidas este año en el Mundo, casi 7 son iPad. Al tener Apple un sistema operativo para un solo hardware, ofrece una simpleza y consistencia de uso que no puede lograr Android corriendo en tantos equipos diferentes. Pero los usuarios del iPad vivimos encarcelados: es muy difícil cargarle contenido y aplicaciones que no sean “oficiales”, no admite memorias externas, ni USB, ni HDMI, y no es compatible con la mayoría de los accesorios estándar. Si me preguntan yo diría: iPad para el usuario masivo, Android para el usuario más inquieto o que quiere gastar menos…
¿10 pulgadas o 7?
Las tablets de 7 pulgadas tienen sus ventajas: entran en una cartera pequeña de dama e incluso en el bolsillo de un saco, son mucho más aptas para usar parados y con una sola mano. Además cuestan varias veces menos, hay tablets muy decentes con Android 4 por menos de USD 100 en los sitios chinos. No considero acá a las “phablets” (mezcla de “phone” y “tablet”) como la Galaxy Note, con pantallas de 5,5″, porque, a mi juicio, reemplazan a un smartphone, no a una tablet.
¿Para qué sirve una tablet?
Es una excelente plataforma de entretenimiento, los juegos son mucho más disfrutables que en la comparativamente minúscula pantalla de un teléfono o consola portátil, son muy fáciles de jugar en touchscreen y se enriquecen con la multitud de sensores: acelerómetro, giróscopo, etc. que no tiene una notebook. Las tablets son también muy cómodas para leer ebooks y ver pelis (¡aunque no de a dos!). Y son excelentes dispositivos para estudiantes y otras personas que deben hacer consultas rápidas, ya que se encienden instantáneamente como un teléfono.
¿Para qué NO sirve una tablet?
Las tablets son buenas para consumir información, no para producir (escribir, editar, etc.). Son demasiado grandes para usar en la calle o en el transporte público, donde nos sentiremos menos expuestos usando un smartphone. No se pueden compartir entre varias personas: como en un smartphone, todos los que la usen verán nuestras cuentas e información… Esperemos que las próximas versiones sean multiusuario, para que pueda haber un iPad “de la casa”.
En resumen, la tablet no reemplaza por completo a ninguna de las categorías existentes (tal vez a las netbooks) , por lo que tenemos que hacernos a la idea de incorporar una pantalla más a nuestras vidas…
¿Te van las tablets? ¿Cuál? ¿Para qué la usas? ¿Qué les falta?
Miguel Lederkremer Director Editorial Revista USERS
Editorial publicada en revista USERS 257