20 noviembre, 2010
El sistema operativo de Microsoft cumple hoy un cuarto de siglo, plagado de grandes éxitos y algunos fiascos, aunque sigue siendo la plataforma más usada, ya que está instalado en el 90% de las computadoras de todo el mundo.
El 20 de noviembre de 1985 Microsoft lanzó la primera versión de su buque insignia: Windows 1.0., que ofreció pocas novedades al sector informático donde los Macintosh de Apple ya funcionaban a base de ventanas y la computación estaba dominada por la estructura del DOS (“Disk Operating System”).
Incluso algunos expertos de la época llegaron a despreciar, por considerarlo poco vanguardista, aquel software desarrollado por Bill Gates y Paul Allen.
A pesar de las críticas, la joven compañía, a la que ya se había sumado Steve Ballmer, consiguió que algunos modelos de computadoras llevaran instalado de fábrica su sistema operativo, un logro comercial que marcaría el camino a seguir.
Los creadores de Windows se pusieron manos a la obra para mejorar su herramienta y en 1987 vio la luz la versión 2.0 pensada para los procesadores Intel 286 que ya incluía el panel de control, iconos de escritorio, tenía una mejor calidad gráfica y permitía superponer ventanas.
Esta actualización de Windows puso definitivamente el programa en el mercado y en 1988 Microsoft pasó a encabezar la lista de empresas de software por ventas.
Sin embargo, la fama llega a Microsoft en mayo de 1990 con el lanzamiento del Windows 3.0, que coincidió con la popularización de las PC en los países más industrializados.
El nuevo Windows presentaba un aspecto parecido al actual y con él se estrenaron los fondos de pantalla, los salvapantallas, los accesos rápidos a contenidos o juegos de cartas como el solitario o el buscaminas.
Además, Windows 3.0 supuso el paso previo a Windows 95 que se convirtió en el buque insignia de la compañía, vendiendo en sus primeras semanas más de 7 millones de copias.
En ese momento el sistema operativo de Bill Gates reinaba en el 80% de las computadoras de todo el mundo.
Tras Windows 95 llegaron Windows 98, Windows 2000, Windows ME, pero ninguno de ellos consiguió grande éxitos hasta la llegada de Windows XP que sentaría las bases y el camino de las futuras versiones del sistema operativo.
Posteriormente, el lanzamiento de Windows Vista decepcionó a muchos usuarios por su inestabilidad, incompatibilidad y sus múltiples e incomprensibles requerimientos técnicos, aunque la compañía vendió más de cien millones de copias de Vista durante el primer año, demostrando que cantidad no siempre es igual a calidad.
Con la llegada de Windows 7, última versión del sistema, parece que por fin Microsoft sacó un digno sucesor de Windows XP, todavía instalado en millones de ordenadores de todo el mundo.
En vistas de esta trayectoria, y aunque nos guste mucho, poco o nada Microsoft, no está de más felicitarlos por el 25 cumpleaños de Windows ya que en gran medida gracias a ellos y su sistema operativo la informática llegó a ser tan importante como lo es hoy.