19 abril, 2013
El ejecutivo de Google Eric Schmidt y el fundador de WikiLeaks Julian Assange tuvieron una extensa reunión en 2011, mientras el australiano aún mantenía arresto domiciliario en Inglaterra.
WikiLeaks publicó la transcripción completa de esta larga charla, que habría tenido lugar como parte de la recopilación de datos que Schmidt llevaba adelante en conjunto con Jared Cohen, para volcarlos en su libro “The New Digital Age“, que saldrá a la venta el martes.
La conversación es un acercamiento en extenso a las mentes de dos de los hombres más influyentes en el mundo de la información y la tecnología, y relata desde experiencias de vuelo de Schmidt, o Assange explicando qué es un BitCoin, hasta temas más densos, como el impacto político que tienen las publicaciones de WikiLeaks.
Como es usual en el fundador de la organización de noticias, Assange defiende enfáticamente el derecho de los ciudadanos del mundo de conocer los detalles de los acontecimientos políticos globales, y la charla gira en torno a la importancia de la información libre como valor para democratizar la sociedad. En este sentido, por ejemplo, el activista comparó a WikiLeaks con YouTube, ya que el flujo de información es tan grande que simplemente no se puede filtrar.
Por su parte Schmidt se interesaba en por qué WikiLeaks se concentraba más en publicar información confidencial de las democracias occidentales, en lugar de regímenes más opresivos (el ejecutivo preguntaba “¿cómo es que no estás recibiendo gran cantidad de memorias USB anónimas con documentos de países africanos gobernados por dictadores malignos?“), a lo que el periodista se justificó con la “barrera” del lenguaje: si bien han recibido “información decente de África”, muchos de esos países no usan el inglés como lengua, o bien no están lo suficientemente “conectados” a internet.
En uno de los pasajes más interesantes y casi al final, Assange bromeó “no me molestaría filtrar sobre Google“, particularmente acerca de la información solicitada al buscador por parte del gobierno estadounidense, avalados por el Patriot Act (legislación que otorgaba más poder a ciertas agencias del Estado y que surgió luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001). Al respecto, Schmidt dijo que había criticado mucho esa legislación por no ser “transparente”, aunque aclaró entre risas que cualquier filtración de ese tipo sería ilegal.
Vía: The Verge