13 febrero, 2013
Había una vez una época en que Nokia era la empresa líder e indiscutida en el mercado de la telefonía móvil. Además de destacarse por sus modelos económicos y resistentes (¿quién no recuerda con cariño al Nokia 1100, el Volkswagen Escarabajo de los celulares?), en esos tiempos que ahora parecen tan lejanos, la compañía de Finlandia también tenía una marca destinada a modelos exclusivos y de altísima gama llamada Vertu, destinada al uso de personalidades multimillonarias como magnates petroleros y estrellas de Hollywood.
Sin embargo, la inesperada aparición de un aparatito llamado iPhone puso al mercado móvil del revés, y como consecuencia de la revolución encabezada por Apple Nokia comenzó a tambalearse y perder dinero a raudales, viéndose obligada a tomar medidas drásticas para sobrevivir, incluyendo la venta de la marca Vertu a un consorcio de capitales británicos.
Ni lerdos ni perezosos, los ingleses se pusieron manos a la obra para producir sus propios productos con la marca que llevaba el prestigio y respaldo de Nokia. Nunca dicho más literalmente, ya que afirman que su nuevo modelo, el Vertu TI, está completamente ensamblado a mano por especialistas británicos. Y no es un teléfono para cualquiera, por supuesto, como lo evidencia su precio base de 7900 euros, que puede subir hasta los 16500 euros si se le incorporan incrustaciones de oro y brillantes.
Uno podría imaginarse que con semejante precio, el Vertu TI ofrecería lo más avanzado en tecnología a sus acaudalados compradores. Pero sin embargo, esto está muy lejos de ser así. El Vertus TI funciona con el ya veterano Android 4.0 ICS, un procesador Qualcomm Snapdragon de doble núcleo y 1.5 GHz, 8 megapíxeles de cámara y 64 GB de almacenamiento en una pantalla WVGA de 3,7 pulgadas. Tal vez su función más llamativa es el botón Concierge, un emulador de Siri y Google Voice que nos contacta telefónicamente con un amable asistente dispuesto a asesorarnos sobre los restaurantes más exclusivos o indicarnos el pronóstico del tiempo.
Como curiosidad, en lugar de utilizar Gorilla Glass, su pantalla está recubierta por un cristal de zafiro. Pero lo que tal vez más llama la atención es su estética anticuada y de verdadero mal gusto. Hay que reconocerlo: Es decididamente feo. Y pese a todo, tal vez se convierta en el teléfono móvil preferido de algún jeque árabe o de celebridades como Lady Gaga, Paris Hilton o Susana Giménez.