21 enero, 2013
Si tuviéramos la posibilidad de usar un par de anteojos que nos mostraran todas las ondas de radio que atraviesan nuestra casa y (peor aún) nuestro cuerpo, nos llevaríamos un buen susto. Las nuevas tecnologías están acabando con el cable, lo que reduce la contaminación visual y estructural, pero al mismo tiempo incrementan notablemente la contaminación radial.
Y no son pocos los que atribuyen a esta invasión de ondas de radio la aparición de enfermedades varias, aunque todavía el tema está en discusión respecto a cuáles sí y cuáles no, y específicamente qué trastornos a la salud podría causar una señal Wi-Fi o una señal de celular, por ejemplo.
Pero el eje de esta nota pasa por otro lado, más relacionado a lo artístico. La cosa es que el artista Peter Jellitsch se instaló durante 45 días en un departamento del edificio Bleecker Street de Nueva York, y dotado de un receptor de señales Wi-Fi y un medidor de intensidad realizó un completo relevamiento de todas las frecuencias del espectro que atravesaban su vivienda, incluyendo horarios y fuerza de las señales.
Toda esa información le permitió trazar una matriz de puntos que tomó forma tridimensional, derivando en una maqueta que representa todas las señales Wi-Fi que pasaron por su vida durante esos 45 días.
La maqueta, de 80 x 24 x 120 cm, se expuso en Viena en el marco de la muestra “Bleecker Street documents“, en honor al edificio en el que llevó a cabo esa creacion. Además de la obra en sí, los asistentes tuvieron acceso a toda la información que le sirvió a Jellitsch como base para representar artísticamente esas señales.
A tal punto quedó convencido el artista de la relación directa de este tipo de señales con una representación física, que se atrevió a asegurar que “para mí, ya no es necesario que los arquitectos piensen en medidas tales como el metro, kilómetro o decibel. Kilowatt, hertz, y terabyte son las dimensiones emergentes de nuestro entorno actual“.