12 marzo, 2009
Un director de documentales tuerto lanzó una insólita iniciativa llamada “Proyecto Eyeborg”, mediante la cual trabajará con una cámara de video oculta en un ojo de vidrio, con la esperanza de filmar a personas de manera clandestina para que el público tome conciencia sobre la vigilancia a la que se ve constantemente sometido por las cámaras de seguridad.
El canadiense Rob Spence perdió un ojo mientras manipulaba el arma de su abuelo cuando era niño, y ahora está ultimando los detalles de una cámara que transformará su discapacidad en una ventaja.
Fanático de la serie de televisión de los 70 “El hombre biónico”, Spence dijo que tuvo una brusca revelación cuando al contemplar la cámara de su teléfono celular comprendió que algo de ese tamaño cabía en la cuenca vacía de su ojo.
“Originalmente la idea era realizar un documental sobre la vigilancia. Pensé que me convertiría en una especie de superhéroe… luchando por la justicia contra la vigilancia“, afirmó Spence durante una rueda de prensa en Bruselas.
Así, con un equipo formado por una microcámara, una pequeña batería y un transmisor inalámbrico ocultos en el ojo de vidrio, Spence espera poder filmar lo que ve con su ojo bueno, ya que los músculos moverán el dispositivo como si fuera un ojo verdadero.
El objetivo del cineasta es denunciar la vigilancia a la que día a día muchas personas están sometidas, ya que destacó que en Toronto “hay 12.000 cámaras de vigilancia en las calles”, pero “a la gente no le preocupan, de hecho, están más preocupados por mí y la cámara secreta”.
Spence también destacó que las personas no sabrán cuando las está filmando, aunque deberá pedirles permiso para incluirlas en su filme, y aseguró que no pretende crear un reality-show televisivo además de prometer que la cámara estará apagada cuando no sea necesaria para el objetivo del documental.
