28 febrero, 2014
Las empresas de software invierten cerca de 200.000 millones de dólares anuales en testing para la búsqueda de errores en sus productos. Pero estas pruebas pueden provocar un efecto indeseado: la aplicación no llega a los usuarios en la fecha deseada debido al tiempo que insumen esos tests. Para ayudarlos, el emprendedor argentino Sergio Cusmai desarrolló BStriker, un cerebro virtual capaz de examinar cualquier tipo de programa y alertar sobre sus fallas, permitiendo ahorrar tiempo y dinero a las firmas de software.
“Bstriker es capaz de analizar tanto software de escritorio como apps móviles o Web. Puede hacerlo desde el programa compilado y también desde el código fuente, donde es posible ejecutar tanto pruebas estáticas como dinámicas”, indicó Cusmai en diálogo con RedUSERS. Para utilizar este cerebro, el usuario deberá descargar las cuatro aplicaciones que forman parte de Bstriker, que pueden funcionar de manera independiente o como paquete.
“T iene un 100 por ciento de efectividad, la demora de la ejecución de todas las pruebas dependerá de la complejidad de la aplicación, pero ni cerca de lo que demora hoy el testing. Quizás un 1% del tiempo“, explicó Cusmai, quien añadió que no sólo puede hallar errores de funcionamiento, sino también fallas de seguridad y problemas con la interfaz gráfica, entre otros.
“Además, BStriker tiene las API para conectarse con todas las herramientas relacionadas con testing, como Jira, Mantis, Bugzilla, Testlink, etcétera. Se pueden mudar los procesos de testing a Bstriker, pero también seguir utilizando herramientas de gestión existentes”, señaló.
Este cerebro está alojado en servidores de Amsterdam, Holanda, con un proveedor que les aseguró seguridad y flexibilidad. En ese país también está el socio de Cusmai y Director Financiero de la Compañía, John Berkeljon, un experto en negocios con más de 20 años de experiencia y responsable de la incorporación al Grupo MIH Naspers de las firmas Gadu-Gadu (US$ 200 millones) y Mail.ru (US$ 2 millones). Pero el centro de desarrollo está completamente instalado en Córdoba, donde trabajan siete personas, aunque la idea es contratar más profesionales a medida que escale el negocio.
Cusmai comenzó con el proyecto tras dedicar gran parte de su carrera al testeo de aplicaciones. Si bien existen muchas herramientas de pruebas, Bstriker se diferencia por ser un “cerebro” que es capaz de funcionar automáticamente, casi sin intervención del usuario y con la capacidad de aprender nuevas técnicas. El proyecto ya cuenta con su propia patente en Europa.
“Bstriker puede ser implementado tanto por una gran corporación, como pequeños estudios de software y particulares”, explicó Cusmai. El cerebro virtual estará disponible como prueba gratis, pero sólo para las empresas que califiquen para ser clientes.
Con respecto a la financiación del proyecto, consiguieron en tan sólo cinco días 150 mil euros (US$ 205 mil) mediante el sitio de crowfunding holandés Symbid.com, brindándoles a los inversores el 5 por ciento de las acciones de la compañía, cuya valuación total calculan en 3.000.000 euros.
Por este gran desempeño, la Universidad Erasmus, una de las 10 escuelas de negocios más importantes de Europa, incluirá a BStriker en su Salón de la Fama. Además, esta casa de altos estudios está trabajando en la valoración objetiva de ahorros generados por las empresas que utilizan Bstriker.
Si bien el servicio comenzará a venderse a partir de mayo, Bstriker tiene varios clientes “en cola”, destacándose una agencia de seguridad europea, un importante buscador de Internet, un banco holandés y quizás un banco argentino.
Foto: Gentileza BStriker. Aparecen en ella (izq a der): Pablo Echeverria (Services), Laura Perez Limpias (Administracion), John Berkeljon (CFO), Sergio Cusmai (CEO).