31 julio, 2018
Los planes de desarrollo de un sistema de conducción autónoma para camiones han sido abandonados por Uber, según confirmò este martes el sitio TechCrunch. La compañía decidió cancelar el proyecto y reubicar a los empleados que formaban parte de él en otras áreas.
Uber aclaró que continuará trabajando con tecnología de conducción autónoma, pero intensificará todos sus esfuerzos en los automóviles. Además, el proyecto Uber Freight, para transporte de logística, no se verá afectado por esta decisión.
“Hemos decidido detener el desarrollo de nuestro programa de camiones autónomos y avanzar exclusivamente con los automóviles”, indicó en un comunicado Eric Meyhofer, director del Grupo de Tecnologías Avanzadas de Uber. “Recientemente tomamos el paso importante de regresar a las vías públicas en Pittsburgh, y mientras esperamos continuar con ese impulso, creemos que contar con la energía y la experiencia de todo nuestro equipo centradas en este esfuerzo es el mejor camino a seguir”.
El proyecto se originó con la adquisición de Uber de una empresa de vehículos autónomos llamada Otto en 2016. Poco después, la compañía realizó un audaz (y posiblemente ilegal) envío de cerveza Budweiser con un camión sin conductor en las rutas del estado de Colorado.
La adquisición provocó una amarga disputa legal con Waymo, la división automotriz autónoma de Alphabet, que alegó que Otto era una empresa fantasma destinada a entregar tecnología robada por Anthony Levandowski, un ex ingeniero de Google que fundó la startup y luego fue nombrado jefe de la división autónoma de Uber.
Pero menos de una semana después del inicio de la prueba, las dos compañías llegaron a un acuerdo sorpresa. Uber acordó otorgarle a Waymo US$ 245 millones en acciones privadas en su valoración de 2015, mientras que Waymo dijo que garantizaría que el programa de autos sin conductor de Uber no usara los supuestos secretos comerciales de Waymo.
Vale destacar que el proyecto global de conducción autónoma de Uber no ha marchado por el buen camino. A mediados de marzo, una unidad golpeó y mató a una mujer de 49 años en Tempe, Arizona. La compañía investigó el incidente y posteriormente despidió a cientos de conductores destinados a monitorear sus unidades autónomas en Arizona y Pittsburg, suspendiendo las pruebas por algunos meses, acción que luego retomó.
Vía: Techcrunch
