24 septiembre, 2019
Twitter ha comenzado a implementar una función que le permite a los usuarios ocultar las respuestas a sus publicaciones. Por el momento esta alternativa solo está disponible en Estados Unidos, Canadá y Japón, pero se espera que pronto se extienda a otras regiones del mundo.
Según la compañía, durante las pruebas realizadas la mayoría de los usuarios ocultaron respuestas que creyeron eran irrelevantes, abusivas o ininteligibles. Quienes emplearon esta herramienta la consideraron una forma útil de controlar lo que se ve.
Twitter cree que esta opción puede ayudar a que los usuarios descubran el verdadero uso de la plataforma.
La empresa señaló que el 27% de las personas que encontraron que sus mensajes habían sido ocultos reconoció que deberían reconsiderar el modo en que interactúan en la red.
Los usuarios que oculten una respuesta tienen también la opción de bloquear la cuenta de origen, o simplemente silenciar sus mensajes.
Esta alternativa había sido anunciada hace varios meses.
Hasta donde hemos podido observar las publicaciones que contienen respuestas ocultas advierten a los lectores de esta situación. Aunque no estamos seguros de si solo lo hacen durante la primera visualización.
Redes sociales más sanas
Este cambio no sorprende dado que desde hace ya varios años la toxicidad en el comportamiento de los usuarios ha sido uno de los principales problemas de las redes sociales. Twitter en particular ha demostrado tener una política muy blanda al respecto.
En términos generales la opción de bloquear las respuestas de otros usuarios parece una buena alternativa. Después de todo nadie tiene la obligación de escuchar lo que dicen otros internautas. Sin embargo, es muy probable que también surjan algunas objeciones en el ámbito de la política. Muchos funcionarios que tienen cuentas que utilizan para comunicar sus actividades han bloqueado a periodistas o ciudadanos particulares.
Si Twitter se utiliza para discutir asuntos públicos la posibilidad de ocultar las respuestas de otros usuarios podría verse como un acto de censura. Sirve como antecedente las últimas ordenes judiciales en Estados Unidos que han señalado que el actual presidente, Donald Trump, no podía bloquear usuarios.
