La razón es simple pero el caso es opinable: desde Microsoft alegan que los sistemas 7, 8 y 8.1 actualizan automáticamente y funcionan lo suficientemente bien como para no perder una pizca de performance en una actualización “pisada”.

Si bien la propuesta es relativamente cierta, se puede decir sin riesgo de caer en ninguna falacia que no siempre los sistemas 7, 8 y 8.1 están tan bien como para bancar una actualización sin perder performance, sobre todo porque –salvo en el caso de los 8.1– suelen cargar con al menos una actualización pasada encima. De Windows Vista en algunos casos, lo cual complica las cosas.

Pero eso no es todo: las máquinas con Windows 8 RTM no tuvieron su actualización gratuita y automática a 8.1, y menos podrán tenerla a 10, lo cual supone que para actualizar necesitarán en todos los casos un buen backup o un sistema de transferencia. Los muchachos de Microsoft son conscientes de esto, y por eso han puesto a disposición de los usuarios y por un tiempo limitado un sistema de terceros en lugar de su otrora clásico Asistente de transferencia de archivos.

El sistema se llama PCmover Express.  Con el sistema pueden transferirse archivos, carpetas y configuraciones, y está disponible una versión paga –llamada PCmover Professional– que es incluso capaz de transferir aplicaciones instaladas siempre que estas sean compatibles.

Toda una novedad en el segmento. Descargaremos la aplicación con [Descargar ahora], e instalaremos el paquete de 33,3 MB. Debereremos ejecutarlo tanto en el equipo migrante como en el destinatario, o en la configuración original del equipo y luego en la actualizada. La versión de Windows de origen debe ser superior a XP, y podemos migrar a Windows 10 pero también a 8.1 hasta el 31 de agosto de 2016.