15 septiembre, 2017
Este viernes, la sonda Cassini se desintegró en la atmósfera de Saturno, ubicada a más de 1.000 millones de kilómetros de la Tierra, poniendo fin a una misión que se extendió por 20 años.
Cassini fue responsable de develar muchos de los secretos de Saturno, siendo la única nave que ha orbitado ese planeta. A través de sus imágenes se pudo conocer más sobre sus anillos, sus lunas y los mundos oceánicos descubiertos en las lunas de Encélado y Titán, que podrían ser capaces de albergar formas de vida.
Según indicó La Nación, la confirmación de la desintegración de Cassini se produjo a las 8.55 (hora argentina). En ese momento, las señales de radio cesaron bruscamente y la sonda quedó en silencio, tal como había sido diagramado por la NASA.
En concreto, Cassini se había quemado 83 minutos antes, mientras se desplomaba en la atmósfera de Saturno a 122.000 kilómetros por hora. Su última señal tardó esos 83 minutos en llegar a la Tierra.
La NASA planteó el “gran final” de Cassini cuando su combustible comenzó a agotarse. Los científicos buscaron impedir que se estrellara contra Encélado o Titán, contaminando esos cuerpos, por lo que se la dirigió a una ruta inexplorada entre las nubes de Saturno y los anillos.
La misión salió de la Tierra en 1997 y llegó a Saturno en 2004. En total, reunió más de 453.000 imágenes y recorrió 7.885 millones de kilómetros.