18 junio, 2010
Para enfrentar a un monstruo, y demostrar que su poder no es inconmensurable, se necesita crear otro monstruo, y eso es lo que está por ocurrir en las telecomunicaciones mexicanas entre Teléfonos de México (Telmex) y el trinomio conformado por Televisa, Telefónica y Megacable que recientemente ganó la licitación de la red de fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Así, de primera mano es posible decir que Televisa quiere más poder. Desde tiempo atrás, cuenta con tres operadores de cable: Cablevisión, Cablemás y TVI, que juntas representan más de 1.5 millones de suscriptores únicos, a los que ofrece servicios de televisión, internet y telefonía, y cuyas ventas anuales crecieron 36% en 2009 a 9.241 mdp.
Después, gracias a la inversión por 1.440 mdd que hará en Nextel -con la que ya se perfila para concursar por más espectro- se le abrirán las puertas de la telefonía móvil y tendrá la posibilidad de empaquetar este servicio con el que ya otorgan sus subsidiarias de TV restringida, para ofrecer el cuádruple play.
Del otro lado de la moneda, Telmex no ha vivido su mejor momento en años recientes. Sus ingresos han descendido consistentemente desde 2007 y actualmente son similares a los que tenía hace cinco años.
Además, su número de clientes no ha corrido con mejor suerte, al pasar entre 2007 y 2009 de 17.8 millones de líneas a 15.8 millones. Aunque cabe señalar que el número de sus clientes con servicios de banda ancha creció 30.2% en 2009 y 71.3% en 2008.
Según el portal Terra de México, bajo estas condiciones, no es descabellado afirmar que la única forma de que Telmex recupere terreno es a través de la oferta de video.
No obstante, el gobierno ha negado su aval para que eso suceda debido a que espera que ante condiciones más favorables para nuevos jugadores, estos florezcan.
Al respecto, Ramiro Tovar, catedrático del ITAM, ve solamente una opción para Telmex: exigir el cambio de título de concesión para poder ofertar video.
Si quiere competir con los integrantes del consorcio ganador de la red de CFE, la empresa dominante requiere invertir para modernizar el ancho de banda en sus redes locales; es decir, sustituir el alambrado de cobre por cables de fibra óptica y así estar en condiciones de ofrecer mayor ancho de banda.
Sin embargo, la caída en ingresos y en números de líneas de Telmex debe interpretarse con cautela. Su poder no está en duda. Sigue siendo el operador dominantedel país en telefonía fija, seguido de lejos por Axtel con 936.000 líneas.
Asimismo, pertenece al grupo de control que también posee a América Móvil, tenedora que bajo su marca Telcel domina el mercado de la telefonía celular.
Por eso, y pese a la adjudicación de la red de la CFE, se calcula que al menos 20% de la población seguirá teniendo acceso exclusivo a la red de Telmex, previsiblemente en las zonas menos rentables, donde el jugador dominante fue obligado por el gobierno a extender su red, mientras que Televisa y sus socios no llegarán por falta de interés económico.