13 abril, 2010
Poco a poco, la situación de Venezuela parece estar apagando las intenciones de los inversionistas extranjeros para desarrollar proyectos propios en el país y, aunque rusos y chinos mantengan hoy una posición privilegiada, ello no da garantía de éxito, pues sus contratos están amarrados a sociedades en las que el Estado es mayoría y, por ende, el empuje necesario muchas veces no termina de poner los motores en su punto.
En el caso de las telecomunicaciones, por un lado, las intenciones de tres empresas extranjeras para instalar plantas de ensamblaje de teléfonos móviles en el país, se han sencillamente esfumado y la única que realmente arrancó un proceso de producción de equipos, del lado del sector privado es Bess Mobile.
Dicha firma sigue esperando por dólares, permisos y licencias para poner en la calle decenas de miles de teléfonos, muchos de ellos básicos para los que menos poder adquisitivo tienen.
En el 2009, la venta total de equipos se vino abajo por segundo año consecutivo y la producción de teléfonos, made in Venezuela, por lo menos ensamblados en el país, no llegaron ni al 10% de las predicciones para Vtelca, la primera empresa estatal y creadora del famoso Vergatario, un equipo básico que tuvo más publicidad que ventas reales, pues su producción no alcanzó ni 80 mil unidades en un entorno que vende más de nueve millones al año.
Hoy, a pocos días de la inauguración de la segunda planta de ensamblaje de equipos móviles impulsada por el Estado en el convenio con China, de nombre Orinoquia y que se estima contará con la presencia del presidente Hu Jintao, muchas preguntas saltan a la vista, entre ellas, la real posibilidad de que el país se convierta en un productor de equipos y equipamiento de telecomunicaciones para satisfacer la gran demanda de sus ciudadanos.
Asimismo, en el camino sigue pendiente la reversión de los aranceles para la importación de piezas y equipos terminados, pues es mucho más económico traer el equipo terminado que las piezas para ensamblarlas.
Además, con la creación de la central de compras de terminales, a través de Telecom Venezuela, para un operador, será mucho más económico meterse en la lista que esperar por el ensamblaje de un proyecto local.
Finalmente, según entornointeligente.com, entre Orinoquia y Vtelca no llegarán ni al 10% de la necesidad de equipos para 2010, por lo que la esperanza quedará en los equipos terminados, en la agilidad de Telecom Venezuela o en el dólar permuta, cada día escalando con mayor velocidad.
