6 octubre, 2008
Mientras los televisores de tubo son cada vez más desplazados por la elegancia y liviandad de las pantallas planas, incluso éstas podrían convertirse en unos años en un armatoste, comparadas con las pantallas ultrafinas en las que ya trabajan algunos fabricantes.
Uno de ellos es Sony, que está preparando un prototipo de pantalla OLED diseñada con material orgánico y de apenas 0.3 milímetros de grosor, cuya transparencia y flexibilidad la convierten en un futuro soporte para toda clase de publicidad y aparatos tecnológicos.
A su vez, este tipo de pantallas podrían ser empleadas para televisores, computadoras, teléfonos móviles o periódicos digitales, en tanto que su extrema ligereza nos permitiría además doblarlas, plegarlas, enrollarlas o transportarlas con facilidad.
Asimismo, los dispositivos se incorporarían a todo tipo de soportes en los que ahora es inimaginable instalar una pantalla, como por ejemplo prendas de ropa, envases de productos alimenticios o sobre una colcha, para ver la tele o trabajar con la PC sin salir de la cama.
Sony ya había presentado en el año 2006 una primera versión de este tipo de pantallas, pero las dificultades técnicas y económicas frenaron su producción masiva.
Para fabricar la pantalla ultrafina, creada con moléculas orgánicas que emiten luz en todas las direcciones para formar imágenes, proporcionando un ángulo de visión total, la firma nipona cuenta con el apoyo de ingenieros alemanes del Max Planck Institute, y tiene previsto que las primeras aplicaciones podrían destinarse a portátiles y celulares.
Además, la compañía considera que su nuevo producto, que también tiene la ventaja de consumir menos energía, servirá como soporte a nuevos formatos audiovisuales que aún no fueron inventados o a proyectos tecnológicos que todavía se encuentran en estado pendiente.
