19 marzo, 2018
Según dos informes publicados por The New Yor Times y The Guardian, se han filtrado datos de aproximadamente 50 millones de cuentas de Facebook. La información fue revelada por Christopher Wylie, un canadiense que trabajó en la consultora de datos Cambridge Analytica desde su fundación. El impacto en las acciones fue inmediato: Este lunes, los papeles de Facebook caían más de un 6% en Nasdaq.
Cambridge Analytica es una firma especializada en análisis de datos sociales y psicológicos desde multiples fuentes. Fundada en 2013, tuvo entre sus principales clientes al equipo de campaña de Donald Trump y a la campaña por el voto británico a favor de salir de la Unión Europea.
La empresa, que provee algoritmos para categorizar votantes en diferentes categorías y así mostrarles anuncios específicamente diseñados para cada una de ellas, se basa en gran medida de los datos que recolecta de Facebook. Solo necesita una base de datos de perfiles en los que ejecutar los algoritmos para añadir adjetivos a cada uno de sus votantes dependiendo de las necesidades del cliente.
Según Wylie, los datos de perfiles filtrados corresponden en su mayoría a usarios estadounidenses y británicos de Facebook. Cambridge Analytica compró esos datos a Aleksandr Kogan, un académico ruso de la universidad de Cambridge que había obtenido el permiso de Facebook para realizar análisis exhaustivo de personalidad de los usuarios que tomaran un pequeño cuestionario.
Según el diario La Vanguardia, a cambio de recibir una pequeña cantidad de dinero, los usuarios debían aceptar entregar los datos de sus cuentas de Facebook. Kogan consiguió así recopilar un dataset inicial con información privada de 270.000 personas.
La compañía tenía los algoritmos pero no las bases de datos de usuarios. Wylie, sin embargo, confirmó que también contaban con la información personal de los usuarios y aclaró que Facebook estaba al tanto de ello.
El estudio inicialmente tuvo lugar en 2014, cuando Facebook permitía que, cuando el usuario daba su consentimiento, se pudieran enviar los datos personales. El único requisito era que estos mantuvieran sus ajustes de privacidad por defecto al registrarse en la red social.
Esta técnica permitió pasar de 270.000 cuentas recolectadas a más de 50.000.000. Según expertos de seguridad informática, el número podría ser mucho mayor.
En concreto, Cambridge Analytica pagó 800 mil dólares a Kogan por los datos. El experto en análisis de comportamiento, nunca reveló a Facebook que había vendido los datos para ser usados más allá del ámbito académico y la red social no verificó su petición. Para finales de 2015, Facebook ya estaba al tanto de la transacción entre Kogan y Cambridge Analytica. Meses después, en agosto de 2016, la empresa envió una carta a Wylie, solicitándole que borrase la información recolectada. “Es lo que más me sorprendió”, explicó Wylie en sus revelaciones, “Esperaron dos años y no hicieron absolutamente nada para comprobar que los datos habían sido borrados. Todo lo que me pidieron hacer fue marcar una casilla y enviar la carta de vuelta”.