18 febrero, 2013
El gigante coreano está decidido a ejercer todo su poderío y arrasar por completo en el competitivo mercado de los smartphones. Luego del éxito de ventas del Galaxy S III, y sabiendo de antemano que la próxima generación de su producto insignia será indiscutiblemente el mejor smartphone jamás creado, Samsung planea fabricar la impresionante cifra de cien millones de unidades del Galaxy S IV.
Semejante cantidad de aparatos representa todo un desafío con respecto a la logística, producción y ensamblado de los distintos elementos de un smartphone. Pero lo más importante de todo es que la tercerización de gran parte de la producción limitaría la expansión en la manufactura de sus competidores, al absorber todos los recursos productivos esenciales; especialmente, le traería serios problemas a su archirrival Apple.
Si consideramos que las últimas estimaciones indican que se han despachado más de 40 millones de Galaxy S III, los planes de Samsung resultan coherentes con los excelentes resultados obtenidos hasta el momento, y confirman que para la empresa coreana llegó el momento de dar el gran golpe para consolidar su liderazgo en un mercado cada vez más peleado.
Ya en estos momentos, Apple está teniendo problemas con la entrega de los displays de mayor tamaño que equipan a su modelo iPhone 5. Si Samsung continúa acaparando a las principales ensambladoras con sus millonarios pedidos de nuevas unidades, la compañía de Cupertino sería la más perjudicada de todas, sin mencionar al resto de las marcas de smartphones, aunque se verían menos afectadas ya que sus cifras de unidades producidas están muy por debajo de los dos líderes del mercado.
Sin dudas, a lo largo del 2013 veremos importantes cambios en el espectro de los smartphones, con la aparición de nuevas plataformas, el resurgimiento de glorias de antaño y la despiadada lucha de los más grandes y poderosos para mantener su liderazgo en este durísimo mercado.