13 diciembre, 2013
Contra todo concepto previo la mano de obra en China se ha vuelta demasiado cara para Samsung. La empresa de origen sur coreano entiende que los USD 400 a USD 800 por mes que reciben los empleados en ese país es demasiado. La solución a la que parece apuntar es la construcción de una planta en Vietnam. En China se concentra el 19% de la fuerza de trabajo de Samsung, unos 45.660 empleados.
El objetivo es mantener los márgenes de ganancia de los smartphones a través de una reducción en los costos. Una condición que se ha visto amenazada por el crecimiento económico en China, que ha derivado en un aumento de los salarios de los empleados menos calificados. En Vietnam la mano de obra es más barata. El costo de la planta será de USD 2 mil millones, se espera que comience a operar en febrero pero solo estará operando a pleno en 2015. Los salarios en Vietnam son aproximadamente un tercio de los pagados en China. En Beijing, China, el salario promedio es de USD 466, en Hanói, capital de Vietnam, es de USD 145. La planta de Vietnam podría producir unos 120 millones de dispositivos por año en 2015. La fábrica sería responsable del 40% de los teléfonos que generan la mayoría de los ingresos de Samsung. Samsung espera realizar envíos por 800 millones de unidades en 2015.
Curiosamente, uno de los factores que impulsan a la compañía a cambiar de aires es la competencia de las marcas chinas, que han presionado hacia abajo el precio de los dispositivos. Samsung no es la única empresa que se ha fijado en Vietnam, dicho país ha encarado una agresiva estrategia para captar compañías. Intel abrió una planta de USD 1.000 millones de inversión en la ciudad de Ho Chi Minh en 2010, LG está construyendo un complejo para la construcción de televisores como parte de una inversión de USD 1.500 millones. Según LG la estabilidad del país y la presencia de trabajadores con un nivel educativo necesario son claves en la elección.
Fuentes: Phonearena, Bloomberg