Cuando Blizzard anunció que iba a ingresar al mundo de los FPS (First Person Shooter) competitivos online con Overwatch, el mundo de los videojuegos se vio revolucionado, especialmente por la escasa experiencia de la compañía en este tipo de juegos. Las sensaciones fueron encontradas, pero siempre con la expectativa bien alta.

Con una gran destreza en el mercado y con varios productos de éxito mundial como World of Warcraft, Hearthstone y Heroes of the Storm, entre otros, la compañía tenía el desafío de presentar algo a la altura, que respondiera sus estándares de calidad, mantuviera la esencia de su empresa y que, por sobre todo, pudiera competir en uno de los ámbitos más poblados de la industria gamer.

Overwatch cumplió con sus tiempos y para ir acrecentando el hype entre los fanáticos presentó una gran cantidad de tráilers cinemáticos donde se explican los orígenes de los héroes, el nacimiento de antiguas rivalidades y el background que no suele acompañar a los shooters de este estilo. Una buena estrategia que no solo sirvió para crear más expectativas sino que empezó a crear un lazo entre jugadores y personajes con personalidad propia.

Por eso, luego de haber probado su primera beta cerrada en noviembre del año pasado, su beta abierta a principio de mayo y haber presenciado todo este recorrido, jugamos el título terminado. Con este intenso seguimiento a cuestas, aquí está nuestra review completa de Overwatch, el primer FPS de Blizzard.

Disparos y estrategia, igual de frenéticos

Los shooters en primera persona del estilo de Overwatch suelen compartir una misma característica: su intensidad. Desde el primer momento que nos ponemos en la piel de un héroe sentimos la necesidad de entrar al combate, ya sea en la primera línea como un artillero pesado, como soporte en la retaguardia o como un estratega que flanquea las líneas enemigas para causar estragos.

A pesar de que tiene algunas similitudes con títulos como Team Fortress 2, Overwatch es algo completamente distinto. Gracias a las distintas clases que tienen el juego y los 21 personajes diferentes, cada partida es diferente. Los héroes de la misma categoría son muy diferentes entre sí, permitiendo que cada jugador se amolde a un estilo de juego que sienta como propio y que, de ser necesario, pueda cambiar en cualquier momento de la partida.

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Las cuatro roles que tienen los personajes de Overwatch son: ofensivos, los encargados de estar en la segunda línea, siempre con fuego constante y movimientos ágiles para debilitar el avance enemigo; defensivos, equipados con potentes armas con gran daño pero con un paso más lento y pesado; soporte, curan y otorgan bonificaciones a los aliados aunque no suelen estar en la fragua del combate; y tanque, los pesos pesados del equipo, siempre en la primera línea recibiendo el daño más pesado pero atacando sin cesar con armas poderosas.

Todas las clases son necesarias en una partida si se quiere formar un equipo balanceado y tener más chances de alcanzar la victoria. Dependiendo la partida, se recomienda tener más de un jugador por rol, aunque la fluctuación entre los distintos personajes debe ser dinámica para evitar que el equipo rival se adapte a la estrategia propia. Para esto, la táctica y el trabajo en equipo será un bien necesario en todo momento.

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Cabe destacar que cada personaje cuenta con varias habilidades especiales. Todos tienen sus armas principales, que pueden sera distancia como cuerpo a cuerpo, pero pueden alternar con otras (si tiene disponibles), cambiar sus modos de disparo, realizar movimientos especiales, arrojar bombas letales, entre otras herramientas, todas recargables de forma automática en un breve lapso de segundos. Además, todos cuentan con una habilidad definitiva que se carga con el tiempo o distintas acciones.

Uno de los puntos a mejorar de cara al futuro será la incorporación de más modos de juego. Overwatch cuenta con tres modos, con tres mapas cada uno. Asalto, donde el objetivo de un equipo es capturar puntos estratégicos mientras el otro debe defenderlos; Escolta, donde unos deben trasladar una carga explosiva de un punto al otro mientras el resto intenta detenerlos; y Control, donde ambos equipos se cruzan en una encarnizada batalla para capturar un único objetivo a la vez. Si bien son entretenidos, no son del todo originales.

Conocer a los personajes, sus habilidades, movimientos y su velocidad es una obligación, tanto a la hora de jugar con ellos como para enfrentarlos. Al fin y al cabo, Overwatch es un juego muy divertido para pasar el rato, fácil de entender en muchos sentidos, pero difícil de dominar a pleno gracias a su variedad de personajes.

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Una estética Blizzard

Blizzard tiene experiencia desarrollando mundos mágicos y personajes únicos. Ya lo demostró con todo el mundo Warcraft (en todas sus versiones como WoW, los clásicos de siempre y Hearthstone), la saga Diablo y Heroes of the Storm. Por eso, no es de extrañar que el apartado estético de Overwatch sea uno de los más bellos y trabajados de un FPS online.

Cada uno de los parajes que acompañan a los jugadores durante las partida cuenta con pulidos detalles, pequeños guiños a las distintas sagas de la empresa, recovecos para explorar y una variada cantidad de lugares donde podemos trepar para alcanzar puntos estratégicos. Todo de forma muy cuidada y trabajada.

En total hay 12 mapas que se ubican en distintas locaciones reales pero personalizadas con la estética de la compañía. Algunos ejemplos son el Templo de Anubis (Egipto), Dorado (México) o la Ruta 66 (Estados Unidos).

Por su parte, los personajes son otra obra de arte. Si bien ya dijimos que tácticamente son bien diferentes, su aspecto visual responde a los mismos parámetros. Algunos responden a nacionalidades reales (Tracer es inglesa, Genji y Hanzo son japoneses, Lucio es brasilero, entre otros) aunque otros son personajes completamente fantásticos.

Cada uno está trabajado al máximo, tiene sus propios guiños, peinado, aspecto físico peculiar y un diseño digno de admirar. Blizzard puso mucho esfuerzo en que cada uno tenga su propia personalidad y sea bien diferenciado del resto.

Por último, la música, los sonidos y las voces de los héroes acompañan de gran manera, marcando el ritmo de la batalla, soltando frases ocurrentes a cada momento y otorgando un gran realismo a los disparos y explosiones.

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Personalización para todos los gustos

La sensación de progreso es una de las mejores estrategias para mantener enganchado a los jugadores. Por eso, Overwatch tiene un sistema de niveles que premia a los jugadores de distintas formas y un sistema de personalización muy profundo que permite intercambiar los aspectos físicos de los personajes, sus poses e inclusive sus voces.

Al completar diferentes acciones en la partida, como muertes y asistencias, se otorgarán puntos para ir subiendo de nivel. En cada ascenso, el juego otorga una caja de botín que incluye cuatro ítems para personalizar a los héroes. También se pueden comprar nuevas cajas con dinero real, uno de los únicos aspectos con microtransacciones del título.

Cada personaje tiene 54 modificaciones totales, incluyendo 11 aspectos estéticos, tres gestos de movimiento, tres poses de victoria, diez diferentes líneas de voz, 25 sprays para decorar los mapas y tres introducciones. De esta forma, cada jugador le puede dar su toque propio a sus personajes.

Como siempre, no pueden faltar los logros, presentes en todos los videojuegos.

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Un shooter de la nueva era

Overwatch tuvo un largo recorrido hasta su lanzamiento, pero no decepcionó. Cada uno de sus aspectos se nota muy trabajado y pulido, entregando un producto completo y a la altura de todo el catálogo de Blizzard.

En un género tan desgastado y sobreexplotado como los shooters en primera persona, Overwatch, con su gran diseño de los niveles, los diferentes y variados personajes, los movimientos especiales y las distintas herramientas de personalización, se posiciona como uno de los máximos exponentes para de los FPS de la nueva era.

Puntaje: 9

Pros

+ Un gran diseño de niveles

+ La variedad de personajes y habilidades

+ Imprenta Blizzard

+ Un importante background

+ Un FPS refrescante

Contras

– Modos de juego poco originales

Plataformas disponibles

– PlayStation 4, Xbox One y PC

Requisitos mínimos en PC

SO: Windows 7, Windows 8.1, Windows 10 (sólo 64-bits).
Procesador: Intel Core i3 o AMD Phenom X3 8650
RAM: 4GB
Tarjeta Gráfica: NVIDIA GeForce GTX 460, ATI Radeon HD 4850 o Intel HD Graphics 4400
Espacio en Disco Duro: 30 GB
Internet: Conexión banda ancha

Juan Silvestrini

RedUSERS Labs