El título de esta nota refleja el sentir de gran parte de la comunidad gamer que recibió la Ouya (y de quien escribe). El eslogan que eligieron los creadores de la consola, “La revolución será transmitida”, remite al aspecto disruptivo que se imprimió a la consola en el momento en que hizo su aparición en Kickstarter. Una consola que cambiaba el juego: abiertaindiehackeable, etc. Lo que siempre soñamos (e intentamos) los gamers en nuestras consolas, pero esta vez, de fábrica.

En esos momentos, la gran mayoría de las unidades fueron despachadas y casi todas entregadas. Desde el momento del shipping, gran cantidad de backers tuvieron problemas con su entrega y/o no recibieron lo que esperaban de acuerdo con su contribución, mientras que otros se encontraron con inconvenientes de distintos tipos (software y hardware) al momento de conectar la consola a la corriente eléctrica.

La realidad es que, si bien varias de las premisas prometidas originalmente se cumplen, también podemos encontrar algunos problemas que hacen peligrar el éxito de la empresa. Veamos en detalle lo que esta innovadora consola trae al mercado.

Hardware

En la primera aproximación a la Ouya, el unboxing nos presentó un set completo. La consola cuenta con un diseño cúbico, en donde cada lado no supera el tamaño de la palma de la mano. Además, nos topamos con un cable HDMI, un cable de alimentación con un adaptador universal para usar en cualquier lugar, y un controlador inalámbrico. La inclusión de los cables fue una grata sorpresa. Por un lado, el ya clásico HDMI de un metro; por el otro, el cable de alimentación 110- 220 con un adaptador para que ingrese en los enchufes de esta región.

En cuanto al control Bluetooth, encontramos una construcción sólida, similar a la de un joystick de PlayStation. Nos costó un poco encontrar el lugar para las pilas AA (incluidas), pero las pudimos acomodar fácilmente gracias a una decisión inteligente de diseño. Las pilas se ubican en la zona de agarre del controlador, en donde se pueden sacar por la fuerza dos tapas trabadas de forma magnética. Si este controlador no fuera de nuestro agrado, a no preocuparse, ya que hasta el momento la mayoría de los joysticks funcionan con la consola (PS3, Xbox 360, etc.).

Como comentábamos, la consola presenta un diseño cúbico, con un metal frío en los costados (logo en el frente) y plástico en las zonas superior e inferior. En esta zona, el plástico se curva para terminar en una base redonda, en donde se ubica la ventilación. En la sección superior se respeta la forma cúbica, que cuenta con cuatro tornillos en cada esquina. Por  último, en la parte trasera de la consola se ubican las conexiones: la toma para el cable de corriente, puerto Ethernet, micro USB (para conectar a la PC como si fuera un celular), HDMI y USB. Si quitamos los tornillos, nos encontramos con una única placa en su interior, con un cooler y los puertos dispuestos.

A simple vista, la Ouya sorprende por su pequeño tamaño. Tan solo hace falta ver su tamaño en comparación con su propio control.

 

Software

En el primer inicio, la consola nos pide configurar la conexión de Wi-Fi (también podría ser Ethernet) para comenzar. Luego, de forma inmediata nos encontramos con una actualización. Ingresamos con nuestra cuenta. En nuestro caso, tomamos la cuenta que habíamos creado luego de apoyar el proyecto en Kickstarter. A continuación ingresamos los datos de nuestra tarjeta de crédito, un hecho que generó cierta polémica en la comunidad, donde se cuestiona (y nosotros también) si es realmente necesario ingresar una tarjeta para comenzar a jugar. Una vez iniciado el sistema, estamos ante un launcher sencillo y minimalista. Cuatro palabras, que conforman correspondientes secciones, nos invitan a disfrutar la experiencia Ouya: Play, Discover, Make y Manage.

La primera sección la encontraremos vacía, ya que no hay ningún juego descargado. En Discover encontraremos toda la oferta de juegos y apps que Ouya tiene para darnos, en una especie de Store. Decimos especie porque, si bien tiene una presentación visual muy atractiva, es incómoda, y a nivel funcional tiene falencias importantes. Todos los juegos se disponen en thumbnails que corren por la pantalla de izquierda a derecha (o viceversa) en filas, dispuestas en categorías entre correctas y azarosas.

Desde juegos destacados hasta la playlist (selección) de algún gamer destacado. El orden que presenta la anteúltima fila nos  permite acceder a los diferentes géneros y a las apps disponibles en la tienda. La gran falencia aparece al momento de acceder a uno de estos juegos. En general, aparecen dos o más imágenes, una descripción, el botón de descarga, likes y un botón que nos expande un poco los datos del juego. Pero en ningún lugar aparece el precio  del juego, o si se trata de un título gratuito. Es muy molesto enterarse sobre el precio del juego una vez descargado y jugada la demo, en la misma pantalla en donde tendríamos que aceptar la compra. Esperemos que este  problema se resuelva en futuras actualizaciones.

Si seguimos adelante con la descarga, el juego ingresa en una  cola, a la que podemos ir sumando los títulos que nos interesen. Y aquí nos encontramos con otro problema. No contamos con una sección que nos muestre el progreso de las descargas. Una opción que sería interesante para también administrar las descargas en curso. A medida que las descargas se concretan, los mismos títulos aparecen dispuestos de forma similar (aunque en una doble fila) sobre la pantalla de Play.

La siguiente sección es Make. En este lugar, los creadores de juegos podrán continuar sus desarrollos. Además, cuenta con un navegador nativo que, como veremos más adelante, puede tener algunos usos interesantes.

Por último, dentro de Manage encontraremos una sección para manejar nuestra cuenta, administrar los controladores (hasta cuatro), configurar la red, ver las notificaciones del sistema y configuraciones del sistema. En este punto nos detendremos un poco más. Contamos con información de la consola, chequeo de actualizaciones de sistema, Factory Reset, y lo más interesante de todo: la sección Advanced. Aquí dentro veremos un menú de configuración similar al Android conocido por todos, a medida de la Ouya, con las funciones recortadas. Una curiosidad que no se entiende es por qué mantienen una opción de memoria SD, cuando no existe físicamente.

La pantalla Discover, si bien es atractiva, pierde funcionalidad.

 

Kainy, presente en la Ouya. Nos permite hacer streaming de juegos desde la PC.

 

Competidores

Mientras la Ouya despega y genera polémica, varios competidores aparecen en el mercado de la pequeña consola hogareña (¿una nueva subrama de los videojuegos?). Entre los dispositivos que actualmente aparecen en escena, podemos destacar dos.

Por un lado, GamePop, una consola que pretende traer todo el catálogo de Android a la pantalla grande. La idea es basarse en un servicio por suscripción, en lugar de un único pago por cada videojuego. El comprador cuenta con una versión normal, por 129 dólares, y una suscripción mensual de 7 dólares. Además, se podrá optar por una versión mini, menos poderosa, en donde solo tendremos que pagar una suscripción por un año para obtenerla.

Por otra parte, Mad Catz presentó en la E3 su propia consola Android: M.O.J.O. Esta variante se destaca por contar con un hardware más poderoso que sus rivales: Tegra 4, tecnología Shield, 16 GB de memoria, 2 USB, etc.

Además, Mad Catz avisó que será posible descargar cualquier contenido de la Play Store y de la tienda de Amazon. Mientras tanto, la consola de Nvidia, cuyo diseño se acerca más a las consolas portátiles, está con demoras en su lanzamiento. Originalmente, la esperábamos para junio, pero por problemas técnicos, todavía no ve la luz de la calle. El proyecto del gigante de los gráficos nos permitirá ejecutar contenido de la Play Store, así como de su propia tienda, TegraZone. Además, será posible jugar títulos de PC mediante streaming.

El diseño de Shield es extraño, pero parece dirigido más al hardcore gamer.
La consola de M.O.J.O de Mad Catz fue una de las joyitas de la última E3.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Conclusiones

Esto es solo una parte de lo que la Ouya puede ofrecernos. Por fuera de esta nota quedaron algunos usos posibles, como emulación, XMBC y sideload de apps y juegos externos. En este pantallazo general que hicimos, están algunos de los problemas más importantes que tiene la Ouya hasta ahora. La posición de los defensores es que se trata de una consola en desarrollo, en su primera generación e independiente, que hay que darle tiempo. Por su parte, sus detractores sostienen que fueron demasiadas demoras, problemas y errores, que la consola fue un fracaso.

En nuestra opinión, si bien tuvo serios problemas en un primer momento, todavía está a tiempo de salvar el día. De hecho, hasta ahora se lanzaron unas tres actualizaciones, que corrigieron varios problemas. Más allá de estas cuestiones, es una excelente máquina para diversos usos. Es posible emular la Nintendo 64 o Playstation y consolas anteriores sin problemas. Incluso, existe un proyecto llamado Game Shelf (ahora llamado Nostalgia) que une a todos los emuladores bajo una misma interfaz. Por fuera de esto, están las posibilidades multimedia de Ouya, que con un XMBC (importado por ahora, pero en desarrollo) se convierte en un centro multimedia. Por último, están las posibilidades de sideload, que no es otra cosa que la carga de apps y juegos Android que no se encuentran en la tienda de la Ouya.

En definitiva, la Ouya puede tener un futuro prometedor si se cumplen dos premisas: que la comunidad de desarrolladores (y no tanto) continúe creando juegos y apps, y lo más importante, que aparezcan actualizaciones constantes, a partir de los pedidos de la gente.

 

Títulos como el GTA III se pueden cargar aparte y jugar sin problemas, incluso trae soporte para controlador.

 

Se espera que salga una versión oficial de XMBC para la Ouya. Mientras, tenemos que cargar otra versión Android.

PROS CONTRAS

  • Excelente emulador.
  • Función de centro multimedia.
  • Interfaz.

Fabricante: Ouya
Sitio Web: www.ouya.tv
Precio: USD $99

Nicolás Kestelboim