Big Boss llega en el último Metal Gear de la saga. Este es el esperadísimo eslabón final de la historia de Snake, donde veremos la transformación definitiva del histórico soldado. Sigilo, acción y una historia épica, compleja pero muy bien desarrollada se unen para crear uno de los mejores juegos de este 2015.
El juego comienza nueve años después de los acontecimientos de Metal Gear Solid: Groud Zero. Luego de aquella gran explosión al final del juego, Snake despierta de sus años largos en coma para renacer como el último gran Diamond Dog.
De repente y sin previo aviso, nos vemos envueltos en el tutorial que no sólo enseña los controles básicos sino que presenta la compleja situación en la que se encuentra Snake al despertar. Esta pequeña pero concisa ráfaga de información se suma a los personajes desconocidos, una masacre y un hombre de fuego. Una receta que se combina sin desentonar y que llevan al comienzo espectacular de este título.
Concluido el prólogo, Snake toma el control de su nueva Base Madre, el centro de operaciones desde donde desarrollará y dirigirá su nuevo ejército naciente, los Diamond Dogs. Con la ayuda de Ocelot y Kaz Miller, el jugador aprende los principios básicos para manejar la Mother Base, un complejo pero importante componente del juego.
Con este escenario comienza la última aventura de Big Boss, en donde deberemos desarrollar tanto la historia de nuestro protagonista como su centro de operaciones para convertirnos en una verdadera potencia de Oriente Medio y alcanzar nuestro ansiado objetivo de venganza.
El resurgir del soldado
Cuando tomamos el control de Snake, tenemos la posibilidad, y la obligación, de ver nuestro iDroid, una computadora portátil donde podremos detenernos para examinar todas las opciones, misiones, equipamiento, desarrollos, soldados, entre muchas otras opciones. Gracias a este pequeño dispositivo, podremos conocer a fondo todos los objetivos a cumplir, el mapa y preparar en detalle cada incursión.
La gran parte del juego se desarrolla en Afganistán, un vasto mundo abierto lleno de puestos abarrotados de soldados, bases atestadas de enemigos dispuestos a liquidarnos y misiones por cumplir. Durante su descenso al desierto, Snake puede movilizarse rápido gracias a un helicóptero, que funcionará como base de operaciones cuando nos encontremos fuera de Mother Base, o puede ir a pie a todos los puntos de interés.
Una vez que Big Boss se encuentra en tierra y con los objetivos ya seleccionados, la forma de completar cada misión depende de nuestros gustos, habilidades y equipamiento disponible. Si somos de esos que les gusta no llamar la atención, poner trampas y evitar levantar sospechas, el sigilo será la estrategia adecuada. En cambio, si nos atrae la idea de disparar a diestra y siniestra, poner bombas y causar una buena escena caótica, la acción frontal será nuestro método elegido.
Todo depende de cada jugador y, lo mejor de todo, es que el juego no te penaliza por ello. Las estrategias son de lo más variadas, con miles de oportunidades para aprovechar. Por ejemplo, gracias a los ciclos climáticos y los diferentes transiciones entre día y noche, la actitud de los guardias varía, abriendo un gran abanico de posibilidades para cumplir cada una de las tareas.
Sin embargo, no todo es tan fácil y no siempre sale como fue planeado. La transición entre el sigilo y el combate frontal transcurre en un abrir y cerrar de ojos de forma fluida y sin causar esa sensación de fracaso cuando somos descubiertos. Inclusive, el juego brinda unos segundos para reaccionar antes de que las alarmas suenen y el caos se desate.
De la misma forma, el enemigo aprende de nuestras tácticas. Si nos dedicamos a disparar a la cabeza de nuestros enemigos, ellos comenzarán a darse cuenta de este patrón y conseguirán mejores cascos para protegerse. Asimismo, si notan que hay alguna irregularidad en las guardias o si escuchan un grito aislado, estarán alerta, investigarán y reportarán cualquier situación para pedir refuerzos. Y estos son sólo unos pequeños ejemplos de la inteligencia de los soldados.
Otro gran cambio en este Metal Gear es que Snake no cumplirá las misiones sólo. Antes de cada despliegue en tierra, el jugador tiene la posibilidad de elegir entre cuatro compañeros: D-Horse, un caballo de guerra que servirá para agilizar la movilidad; D-Dog, un perro de guerra que rescatamos en tierra cuando es sólo un cachorro pero es adiestrado en la base para ser un compañero letal; Quiet, una hábil y bastante sexualizada sniper; y D-Walker, un robot bípedo que Snake puede montar y convertir en una letal arma de guerra. Cada uno tiene sus propias características y habilidades que se adaptan al modo de juego de cada jugador.
Por último, cabe destacar que el juego está dividido en capítulos. Cada misión es un capítulo diferente, con sus títulos de presentación y sus créditos al final. Aunque el juego no da grandes explicaciones respecto la parte anterior de la historia cronológica, los jugadores van desbloqueando cassettes de audio que ayudan a comprender el panorama global y algo de la historia de Snake.
Detalles de Oriente Medio
Los juegos de la saga Metal Gear cuentan con el sello de su desarrollador y director Hideo Kojima, y el Metal Gear Solid V: The Phantom Pain no es la excepción. Los detalles abundan tanto en los pulidos escenarios como también en los rasgos de los personajes. Todo el apartado gráfico, los movimientos de los personajes y las alteraciones climáticas están potenciadas por el Fox Engine.
Cada objeto, cada pared, cada caja y cada elemento en el mundo tiene su razón de ser. Una piedra cerca de una base puede ser el perfecto escondite bajo el ojo vigilante del francotirador enemigo, una pasadizo secreto bajo las murallas enemigas beneficia la infiltración y facilita el espionaje. Cada elemento está pensado para generar un ambiente real y dinámico.
Por otra parte, los ciclos climáticos y su aparición y desaparición repentina se conjugan con el resto de los elementos para crear un mundo real y cambiante. Una tormenta de arena cuando nos estamos adentrando a una puesto de avanzada puede ser el complemento ideal para completar la misión con sigilo. Sin embargo, si desaparece en el momento inoportuno podemos quedar en descubierto.
Asimismo, las expresiones de los personajes, sus cicatrices y sus rasgos están tan cuidados que se asemejan a una persona casi real. El jugador puede sentir y percibir las sensaciones de Snake al recordar su pasado o sentir su voz cuando dialoga acerca de sus objetivos. Cada mecanismo está engranado a la perfección.
Por último, el nivel de detalle visual no sería nada si los sonidos no acompañaran a la perfección. Si bien el apartado musical es reducido, entra en escena en los momentos justos. En el resto del tiempo, la música le cede el paso a los diálogos profundos de los protagonistas y las charlas ocasionales, pero muy informativas y jugosas, de los soldados, tanto enemigos como aliados.
Home sweet home
El juego no llegaría a tan alto nivel si no fuera por lo profundo y amplio de la gran Mother Base. Esta gran planta en el medio del océano funciona como el centro de operación para Snake y los Diamond Dogs. Allí es donde se llevará una importante, no tan divertida, pero muy satisfactoria parte del juego. Se pueden realizar varias misiones secundarias de tiro al blanco, diálogo con los personajes y recorrido en su gran armazón metálica, y Snake dirigirá todo desde su iDroid.
La Base Madre se irá expandiendo a medida que el juego avance. Gracias al dispositivo de extracción Fulton (una especie de globo que Snake lleva en el bolsillo), el jugador será capaz de capturar a los soldados enemigos, sus herramientas, sus armas, sus vehículos, animales y casi cualquier elemento del mundo abierto. Nuestro protagonista será el encargado de recolectar materiales por el mundo y enviarlos a la base para garantizar su crecimiento.
Cada soldado o prisionero tiene habilidades propias. Algunos son mejores ingenieros, otros son buenos soldados, por lo que existen diferentes rangos de habilidades. Al capturar un enemigo y extraerlo, este personaje se unirá a las filas de Diamond Dogs y desempeñará una vital tarea en la Mother Base. Mientras más soldados capturemos, más crecerá el centro de operaciones.
Si bien cada sección de nuestro centro de operaciones tiene su límite de trabajadores, todas las partes son ampliables, lo que permite que Snake tenga ventajas en el campo de batalla. Además, con la evolución de cada sector y la recolección de nuevos materiales, nuestra base podrá generar nuevas herramientas, más armas, mejorar nuestro equipamiento y convertirse en el mejor aliado de Big Boss en territorio hostil.
Si bien puede sonar algo aburrido o complejo en un principio, el desarrollo de la Base Madre es crucial para completar de forma exitosa las misiones. Una base descuidada puede significar no tener las herramientas necesarias para cumplir un objetivo. Gracias a su sistema de personalización, el jugador puede elegir qué desarrollar, ordenar sus prioridades y equipar al combativo Snake.
Por último, cada mejora que planifiquemos tiene un costo. Pedir la extracción de un soldado, solicitar una nueva arma o desarrollar un nuevo gadget bélico, tiene un precio que deberemos pagar para poder tenerlo. Al cumplir las misiones ganeremos dinero que podremos invertir en cualquier sección que creamos adecuada, aunque también podremos encontrar diamantes en la tierra para ensanchar nuestras arcas. Pero ojo, hay que tener cuidado de no quedar con el balance en rojo.
Conclusiones
Metal Gear Solid V: The Phantom Pain es un juego con muchas mecánicas funcionando en simultáneo. Al igual que un reloj suizo, donde todo debe sincronizar y correr a la perfección, este juego no falla en ningún aspecto jugable, estético, sonoro ni dinámico. Todas las partes se conjugan para concretar un juego complejo y profundo pero divertido a la vez.
Las estrategias para completar cada misión depende de la personalidad de cada jugador, lo que le da un valor rejugable a cada objetivo. Si nos faltó algo, podemos volver atrás, matar a todos los enemigos y recuperarlo. Si nos descubren por error, podemos cortar las comunicaciones y evitar las alarmas enemigas. Todo es posible en la última entrega de este histórico juego.
Nos encontramos ante la última aventura de Snake y Big Boss, un personaje que sin duda alguna quedará en la historia de los videojuegos debido a su emocionante historia y su increíble última aventura. Una obra maestra concebida por Hideo Kojima, Konami y todo su equipo.
Pros
+ Un gran cierre en la historia de Big Boss
+ La gran cantidad de equipo y herramientas
+ Un mundo abierto listo para explorar
+ El desarrollo completo y complejo de la Mother Base
Contras
– La gran cantidad de misiones secundarias puede que distraiga un poco de la trama principal
Plataformas:
PlayStation 4, PlayStation 3, Xbox One, Xbox 360 y PC
Puntaje: 10
Juan Silvestrini
RedUSERS Labs