24 febrero, 2011
Un juez federal desestimó todos menos uno de los reclamos formulados por varios usuarios contra Sony por abandonar el soporte de Linux en su consola PlayStation 3 (PS3), aunque dio permiso a los demandantes para volver a presentar una demanda con nuevos alegatos.
En abril del 2010 se había presentado una queja en contra de Sony que buscaba obtener el estatus de demanda colectiva (en representación de todos los usuarios de la PS3), por la eliminación de la opción que permitía instalar Linux en la consola.
La demanda alegaba que la desactivación de la función OtherOS (Otro Sistema Operativo) violaba una serie de leyes civiles, e implicaba competencia desleal y fraude informático.
El magistrado sólo dio por válido el último argumento y señaló que las demás demandas no aportan pruebas concluyentes y deberán ser actualizadas.
Además, en cuanto al resto de los reclamos de los usuarios de la PS3, el juez le dio la razón a los abogados de Sony, que afirmaron en su defensa que la garantía y la licencia del software que acompañan a la consola les da la posibilidad y el derecho de deshabilitar OtherOS en el dispositivo.
Al mismo tiempo, Sony argumentó que la decisión tuvo lugar a través de una actualización del firmware, que los usuarios fueron libres de aceptar o rechazar.
Ahora, los demandantes tienen tres semanas para presentar nuevos alegatos si quieren reabrir sus reclamos, y todo apunta a que lo harán y este complejo caso se alargará en el tiempo.
El tema es que si el juez determina que Sony incurrió en fraude informático,
George Hotz, que logró desbloquear la PS3 para poder instalar Linux, podría correr la misma suerte, ya que ese mismo argumento usa la nipona en su proceso legal contra GeoHot.