15 septiembre, 2009
Un nuevo impuesto propuesto dentro del paquete económico de 2010 en el presupuesto mexicano, llamado Impuesto Especial Sobre Productos y Servicios (IEPS), recargaría un 4% a los servicios de telecomunicaciones en el país y se espera que el gobierno federal recaude una cifra cercana a los 13 mil millones de pesos mexicanos, monto cercano a unos mil millones de dólares.
La medida afectaría a las empresas prestadoras de servicios de telefonía fija y móvil, además del acceso a Internet, y representa el 40% de lo que piensa recaudar el gobierno en 2010 por aplicar este gravamen especial a toda la industria.
De acuerdo con un análisis de una institución financiera, debido a la naturaleza del mercado de telefonía móvil en México, en donde el 92% de los usuarios son de prepago, América Móvil tendrá que absorber la mayor parte del costo del nuevo impuesto en el corto plazo, aunque un mayor consumo podría amortiguar el impacto en el largo plazo.
Por otra parte, Ixe Grupo Financiero estimó que de las empresas de telecomunicaciones que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores, las que tendrían el mayor impacto serían Telmex, Axtel, Maxcom Telecomunicaciones, Grupo Iusacell y Megacable si es que no logran transferir el impacto del IEPS al consumidor final, pues no cuentan con una diversificación geográfica que diluya el efecto de los nuevos impuestos.
De acuerdo al portal celularis.com, como este impuesto afectaría directamente sobre el EBITDA (índice financiero que representa el margen o resultado bruto de explotación de la empresa antes de deducir los intereses, las amortizaciones o depreciaciones y el Impuesto sobre Sociedades) de las telcos, las empresas no querrán absorber este nuevo impuesto y lo trasladarán como un aumento sobre los consumos, por lo que se frenaría el crecimiento y las reducciones en precios que se han visto en México durante los últimos años como efecto de la competencia.