25 febrero, 2013
La feria catalana sigue dando novedades, y confirmando algunos trascendidos que hablaban de equipos de gama media y baja, Nokia finalmente aprovechó el Mobile World Congress para presentar sus nuevos terminales Lumia 720 y Lumia 520.
Por parte del Lumia 720, se trata de un smartphone mid-range con un display WVGA de 4.3 pulgadas, un procesador dual-core de 1.0GHz, 512Mb de RAM y 8Gb de almacenaje.
El equipo no ofrece conectividad LTE, pero compensa algunos faltantes con su tamaño: su grosor de 9mm lo convierte en uno de los Lumias más delgados que existen. A pesar de que la pantalla es WVGA, es suficientemente sensible como para poder utilizarla con guantes. Ofrece tecnología NFC y puede adaptársele una cubierta trasera especial para poder cargar su batería de forma inalámbrica.
Una de los puntos a favor del 720 es su cámara, que sin la necesidad de contar con tecnología PureView ofrece muy buenas capturas. Como cámara principal tenemos una de 6.7 Mpx con una apertura de f/1.9, mientras que el sensor frontal es de 1.3 Mpx HD, con un lente gran angular y la app Glam Me, para poder sacar mejores “autofotos”.
Se ofrecerá en colores negro, rojo, cyan y amarillo con acabado mate, mientras que la versión de color blanco tendrá un acabado brillante. Será lanzado en China y el pacífico asiático a 249 euros.
Si hablamos del Lumia 520, debemos bajar un escalón más para encontrarnos con el terminal Windows Phone 8 más barato del mercado, mejorando las capacidades de su predecesor Lumia 510 en velocidad y almacenamiento.
El display nuevamente es un LCD WVGA de 4 pulgadas, y el equipo cuenta con 512Mb de RAM y 8Gb de memoria interna expandible mediante microSD. La cámara (única en el 520, ya que no cuenta con un sensor frontal para videollamadas) es de 5 Mpx, y al ser un equipo de gama baja no incluye NFC ni carga inalámbrica.
El precio será de 139 euros (unos 183 dólares), y con él Nokia ya ofrece un equipo Windows Phone 8 en cada uno de los segmentos del mercado móvil, lo que podría mejorar sustancialmente la recurrente mala racha financiera del fabricante finés durante el resto del año.
