12 junio, 2014
La FIFA no ha sido la organización deportiva más proclive a adoptar las nuevas tecnologías en el desarrollo de sus encuentros deportivos. En comparación, otras entidades han sacado mejor provecho de los medios a su disposición. La ATP tiene el ojo de halcón, la NBA emplea repeticiones de video. Lo máximo que se había conseguido hasta ahora en términos de rigurosidad en el mundo del futbol era el agregado de dos nuevos colaboradores a la tradicional terna arbitral.
Durante el mundial podremos ver algo diferente, se trata de la Goal-line Technology o GLT. Unas 14 cámaras, 7 en cada área penal, brindarán una cobertura de la zona y permitirán captar imágenes a unos 500 fotogramas por segundo. De esta manera podremos asegurarnos si una pelota llega a pasar la línea de meta sin lugar a dudas. Los árbitros utilizarán relojes a los que se transmitirá la información cuando sea necesario. Según Johannes Holzmüller, encargado de calidad de la FIFA, el sistema ha sido probado unas 2.700 veces y nunca ha fallado. El sistema funciona aislado de Internet y los árbitros son los únicos que tienen acceso a los resultados. Esta medida busca evitar cualquier tipo de intento de manipulación.
El software del GLT filtra la imagen de la pelota y determina su posición utilizando un esquema de 3 ejes y calcula su velocidad. Si el balón cruza la línea de gol se envía un mensaje encriptado a los relojes de los árbitros que se traduce en un vibración y una imagen visual. Massimo Busacca, Director de referato de la FIFA ha señalado que la tecnología será de gran ayuda. “Tenemos que recordar que es para ver si es gol o no, no para otras situaciones, pero creo que será un gran aporte”.
El mundial no supone el debut del sistema, dado que ya ha sido probado en el mundial de clubes y en la Copa de las Confederaciones. En ambas ocasiones fue utilizado satisfactoriamente para comprobar una situación confusa. No se dieron detalles sobre el costo de la instalación del sistema. Aunque este avance resulta interesante, lo cierto es que es opcional. El árbitro de cada partido puede decidir que el empleo del reloj es molesto para su tarea e informar a los equipos que no se utilizará la tecnología.
Imagen: FIFA