1 septiembre, 2009
Hay ocasiones en las que la cantidad de horas que estamos arriba del automóvil es mayor a la que pasamos en nuestra casa. Por eso, en este informe les mostramos cómo poner la multimedia sobre ruedas.
Antes de pasar al nudo de este artículo, es conveniente hacer una aclaración más que importante: la multimedia está muy relacionada al entretenimiento, pero el entretenimiento está bastante alejado del manejo. Es decir, cuando estamos al volante de un automóvil, nuestra principal prioridad debe ser la atención del camino y el cumplimiento de todas las normas de tránsito, y en segundo o incluso en tercer plano está la música o todos los accesorios relacionados que podamos instalar en el vehículo.
En resumen, para el conductor estos accesorios tienen que ser una compañía para su viaje, pero jamás una distracción. Quienes sí pueden disfrutar a pleno de los accesorios que aquí repasamos son los acompañantes, eventuales o permanentes, que suelen llevarse la peor parte del viaje, ya que no les queda otra opción más que mirar por la ventanilla. Para ellos, la propuesta es súper variada.
LO BÁSICO: EL SONIDO
Uno de los primeros accesorios relacionados con el entretenimiento que se adosaron al auto fue la música. En principio, radiorreceptores AM con un par de parlantes que generaban un sonido casi confundible con el del motor del vehículo. Más adelante se agregó el reproductor de casetes, y fue entonces cuando nació el “estéreo” (nombre signado por su capacidad de reproducir el sonido a través de dos canales diferenciados), y los usuarios pudieron elegir qué escuchar mientras manejaban, al dejar de depender de la estación que estuviera al alcance de la antena.
Durante la década de los ‘90 el salto fue casi obligado: la incorporación de un lector de CD permitió mejorar la calidad del audio y elegir rápidamente qué música escuchar (en los casetes había que perder varios minutos rebobinando y avanzando hasta dar con la canción deseada).
Este salto tecnológico vino también junto con un crecimiento en la calidad de los accesorios que acompañaban al estéreo: se agregaron amplificadores que potenciaban el volumen del equipo, ecualizadores para corregir el sonido y lograr el equilibrio justo de las distintas frecuencias, altavoces destinados específicamente a resaltar los graves (subwoofer) y agudos, etc.
Algunos estéreos ofrecen una pantalla retráctil sensible al tacto, útil tanto para mirar videos como para controlar su funcionamiento.
Extracto de la nota publicada en Dr. Max 90
En la nota completa:
Lo importante al momento de elegir un estéreo, los parlantes, reproducción de video, dvd para los niños, y mucho más!