3 agosto, 2011
A los 20 años de edad, el británico Chris Staniforth murió al jugar 12 horas seguidas al Halo para la consola Xbox 360.
El joven murió por una trombosis venosa profunda, enfermedad que se suele encontrar comúnmente en personas mayores de 60 años o, en personas que viajan mucho, ya que se puede generar por estar muchas horas sentado. El hecho de fumar o tener cáncer puede aumentar el peligro de esta enfermedad.
Entre los síntomas de la enfermedad, se encuentra el enrojecimiento, calentamiento y dolor en las piernas, también puede incluir mareos, dolor en el pecho y falta de aliento. Según el médico forense que examino el cuerpo del joven, se encontró un coágulo en una de las piernas y que este, había avanzado hasta los pulmones, provocando una embolia pulmonar fatal.
El padre del chico hablo con la BBC News y comentó lo siguiente “Después de mi investigación vi que no hay diferencia entre Chris sentado en el escritorio con su Xbox y alguien que realiza un viaje largo en avión”, mientras que para otros medios dijo: “Él vivía para su Xbox. Nunca pensé que estaba en peligro. Como padre, usted piensa que jugar en la computadora no puede hacer ningún daño. Los niños de todo el país que están jugando estos juegos por largos períodos no se dan cuenta que los puede matar”, y sorprendió al decir que él no se oponía a los videojuegos pero que debía haber un control por parte de los padres.
Los creadores de la Xbox 360, comunicaron que ellos incentivan a tomar descansos de los juegos.