9 agosto, 2019
El miércoles Lyft realizó su reporte y los datos fueron recibidos de forma positiva. Dado que Uber es la empresa líder en el mismo sector de la industria se esperaba una reacción similar cuando presentara su propio informe.
Sin embargo, cuando esto ocurrió el jueves, los números no fueron del agrado de los inversionistas y las acciones de la empresa cayeron un 13%.
La compañía aumentó sus ingresos un 14,4% alcanzando los USD 3.200 millones, sin embargo se quedó corta frente a las estimaciones de los analistas que habían previsto unos USD 3.400 millones. Aún más crítico es el hecho de que los costos subieron un 147% para ubicarse en los USD 8.700 millones.
Como resultado Uber tuvo pérdidas por USD 5.200 millones durante el trimestre que cerró en Junio. De esta manera superó ampliamente los USD 878 millones de igual periodo del año anterior. Es importante notar que una gran parte de esta pérdidas, USD 3.900 millones, está relacionada con compensaciones y costos de su salida a la bolsa.
Costos y competencia
Tanto Uber como Lyft ha desarrollado una estrategia de expansión agresiva que en muchas ocasiones requiere utilizar subsidios para atraer nuevos conductores. También han invertido fuertemente en desarrollo tecnológico y otros servicios y empresas.
En el caso de Uber se espera que empiece a gastar menos en incentivos y promociones. Pero a pesar de estas perspectivas la empresa ha admitido, aún antes de salir a la bolsa, que existía la posibilidad de que nunca alcanzara a ser rentable.
El servicio es popular, y ha crecido de unos 93 millones de usuarios a 99 millones. El valor producido por el total de los viajes, sin considerar costos, ha aumentado en un 31% en comparación a lo conseguido en 2018 y ha alcanzado los USD 15.760 millones.
Lamentablemente este valor también se ha quedado corto respecto a lo esperado (USD 15.800 millones).
Alyssa Altman, analista de Publicis Sapient, ha descripto a Uber como una máquina mágica de quemar dinero.