3 junio, 2013
Los anteojos de Google no tendrán un sistema de reconocimiento facial en el corto plazo. El motivo para el retraso de esta tecnología han sido las dudas y temores presentados por los usuarios respecto a la privacidad. Google ha hecho un reconocimiento expreso y puntual sobre esta problemática en su página en Google+. La compañía ha señalado además que esta posición no es nueva, sino que anteriormente y había explicado que esa tecnología no estaría disponible en ninguno de sus productos hasta que se pudieran instalar las protecciones necesarias. Google no solo no desarrollará un software relacionado, tampoco aprobará ninguna aplicación de reconocimiento facial. De esta manera la empresa intenta aplacar una de las preocupaciones más serías que han despertado los anteojos.
Los Google Glass todavía están en una etapa muy temprana de distribución, con apenas unos pocos miles de unidades circulando. No existe todavía un plazo cierto para el lanzamiento oficial. Eric Schmidt, CEO de la compañía, ha señalado que no se realizarán durante un año. Sin embargo, también han surgido rumores señalando la posibilidad de que los Google Glass alcanzaran la siguiente etapa durante 2013. Los prototipos han sido enviados a unos pocos afortunados que se habían anotado previamente, una gran parte de ellos desarrolladores que ya han elaborado una buena cantidad de aplicaciones. Entre los programas ya listos se encuentra las aplicaciones para Facebook, CNN, New York Times, Twitter y Evernote. Solo por nombrar algunas empresas de cierto peso.
Una de las razones que pudieron haber impulsado a Google a aclarar algo que, según expresa la empresa, viene señalando hace años, han sido la carta enviada por miembros del congreso de los Estados Unidos a la empresa. El texto comenzaba recordándole a Google algunos antecedentes de malas prácticas respecto a la privacidad. Luego pasaba a una pregunta sencilla: ¿Cómo haría Google para prevenir que los no usuarios del dispositivo no sean sujetos de recolección de datos personales? Al parecer la compañía todavía no tiene una respuesta firme lista. Un punto a tener en cuenta es que aunque Google regule bien las aplicaciones, el dispositivo en sí ha sido diseñado para ser modificado y hackeado, por lo que el control siempre será relativo.