24 enero, 2017
¿Polémica en puerta? Según informa Forbes, Samsung se quedó con la exclusividad sobre el procesador Qualcomm Snapdragon 835, por lo menos hasta que salga a la venta el esperado Galaxy S8. Esta movida obliga al resto de los fabricantes a tener que optar por la versión 821, de muy buena potencia pero perteneciente a la generación anterior de procesadores móviles.
Esta movida de la firma surcoreana fue realizada gracias a que es, además, la fabricante del nuevo chip de Qualcomm (la compañía estadounidense terciariza la fabricación de sus procesadores). Así, se ha quedado con el honor de ser la primera en lanzar al mercado un smartphone equipado con este componente. Una vez que esto suceda, el resto de las firmas podrá hacer lo mismo, pero no antes.
Antes este panorama, es claro que el LG G6 deberá conformarse con el Snapdragon 821, ya que la unidad será presentada en el marco del Mobile World Congress de Barcelona. El S8, en cambio, hará su debut dos meses después.
Las opiniones en la industria están divididas. Por un lado, el 821 ha demostrado ser un procesador sumamente confiable, de gran rendimiento y muy buenos niveles de consumo. Por el otro lado, la inclusión del 835 no solo aporta un extra en estos items (aunque tal vez sean imperceptibles para el usuario finales), sino que tiene además un gran empuje en lo que respecta al marketing.
Habrá que esperar a las novedades del MWC 2017 para ver que han decidido los fabricantes. Mientras tanto, todo parece indicar que la gran ola de flagships equipados con el Snapdragon 835 llegará recién en la segunda mitad del año.
Vía: Forbes