23 mayo, 2011
No hace falta ser economista para dar un diagnóstico del comienzo de LinkedIn en la Bolsa de Valores: fluctuante, oscilante, inestable. Pero eso es sólo en lo financiero, lo central es que se trata de la primera red social que se anima a desembarcar dentro de la Bolsa de Nueva York. Más precisamente dentro del índice Nasdaq, que agrupa a varias compañías tecnológicas.
Lo que será bastante difícil de arriesgar es el futuro de las acciones de la compañía tras un arranque con mucha expectativa y una ruidosa caída sólo tres días después.
El día de su debut, el 19 de mayo, la expectativa fue grande, a tal punto que el recinto de la bolsa se vio colmado por referencias a LinkedIn, con banderas y demás merchandising. También contó con la presencia protagónica de sus dueños. Era toda una novedad para el mundo de las finanzas ver a un servicio de red social para profesionales operando en bolsa. Las acciones de la empresa, que comenzaron con un valor de 45 dólares cerraron el día a 94, la compañia subió su valuación hasta tocar los 8,900 millones de dolares. Eran días de sol y grandes promesas para muchos. Todo marchaba bien, hasta que un buen día, el de hoy, un rumor extendido sobre un supuesto fallo de seguridad, que podría -potencialmente- exponer los datos de sus usuarios e incluso modificarlos, sacudió la conciencia de muchos inversores y las acciones de LinkedIn se desplomaron un 7 por ciento. Mientras tanto el fantasma de otra “burbuja” ya se agitaba por la sala al ritmo enloquecido del famoso protector de pantalla de Windows.
Al parecer, un reputado analista indio, Rishi Narang, describió de forma detallada, desde su blog en Nueva Delhi, una serie de fallos relacionados con el manejo de las cookies en LinkedIn. Estos “agujeros” podrían ser explotados como vulnerabilidad para fines non sanctos.
Por su parte, expertos en la materia desmintieron que exista una brecha en la seguridad de la plataforma para profesionales, por ejemplo, desde la empresa Bitdefender, especializada en soluciones antivirus, argumentando que el de LinkedIn es el mismo manejo de las cookies que hacen cientos de otras páginas conocidas en la web, por lo que los supuestos fallos serían meras especulaciones.
Por su parte, muchas de las grandes empresas del gremio, como Facebook, Groupon o Twitter, esperan y observan atentas. Todas ellas tienen intenciones de entrar a operar en la bolsa, por ahora se lo siguen pensando.
Así como hay inversores que van a lo seguro, también los hay de los que les gusta arriesgar un poco más, de todas formas el destino de LinkedIn en la bolsa estará determinado por la consideraciones del mercado, a veces más atento a los rumores que a ciertas realidades como las de Internet. Mientras tanto la red social suma cada vez más usuarios. Recientemente, el 22 de marzo, superó los 100 millones de usuarios en más de 200 países.