18 julio, 2013
Nokia sigue en un terreno pantanoso y ni siquiera el éxito de su smartphone estrella ha podido iniciar una recuperación. Las pérdidas operativas de la compañía alcanzaron los € 115 millones. Los ingresos han caído a unos € 5.700 millones. En comparación, el año pasado había conseguido unos € 7.500 millones, aunque las pérdidas habían sido superiores, llegando a los € 815 millones. El informe que corresponde al segundo trimestre de 2013 provocó una caída en las acciones de la compañía de un 5,6%, aunque luego se recuperó para mitigar el daño a un 3%.
Casi a contramano de la tendencia general dentro de la empresa, la línea Lumia ha supuesto la venta de 7,4 millones de unidades en los 3 meses previos a julio. De esta manera ha superado las 5,6 millones del trimestre anterior. En total las ventas de Nokia han caído un 24%, pero en igual periodo la línea Lumia ha crecido un 32%.
En total, la línea Lumia ha vendido 27,3 millones de unidades desde su primera versión de Windows Phone el Lumia 800 en 2011. En su momento Nokia abandonó su propio sistema operativo, el Symbian, a favor del software de Microsoft. La línea Lumia ha visto su más reciente lanzamiento la última semana, con la presentación del Lumia 1020. Otro punto positivo para Nokia son los resultados de la división Nokia Siemens Networks, que ha conseguido € 8 millones de ganancias luego de sufrir pérdidas por € 226 millones el año pasado. Stephen Elop ha señalado que la compra del 50% de la acciones antes en posesión de Siemens es una buena noticia para los accionistas de Nokia.
Nokia obtiene además la mitad de sus ingresos a través de la venta de teléfonos móviles regulares. Pero los resultados en ese sector del mercado también fueron menores a los esperados. Se enviaron en total 53,7 millones de unidades, menos que las 56,2 millones esperadas. Se cree que las causas de este declive son un cambio a los smartphones y la pérdida de mercado ante la competencia.
