3 mayo, 2012
El podio de los teléfonos basados en Android lo ocupaba hasta hoy –por ventas y por features– el Galaxy S2. El heredero al trono se conoció esta jueves en Londres, ciudad anfitriona de los Juegos Olímpicos de 2012, evento del que es smarpthone oficial. Y antes de salir a la venta ya cuenta con algunas medallas doradas, tanto en hardware como en software.
El software es quizás la mayor obstáculo que tienen las marcas, pues combinar hardware potente es más o menos fácil, al menos las factorías chinas así lo demuestran con sus genéricos económicos. Además, es donde más se tienen que esforzar, pues cualquier empresa le puede poner Android a sus equipos, logrando que la tarea de diferenciarse sea tediosa.
En este punto, Galaxy S3 tiene algunas cuestiones interesantes. En primer lugar, el haber creado un reconocedor de voz más aceitado que el que Android incorpora por defecto. Por lo que se pudo ver en la presentación, S Voice (alternativa al Siri de Apple) puede interpretar comandos en 8 idiomas (incluso Español Latinoamericano) de manera eficiente, y se pueden activar varias funciones del teléfono con solo hablarle, como por ejemplo setear la alarma.
Compartir contenido multimedia se convirtió el paradigma de la época. Y eso Samsung pudo imprimirlo muy bien con varias de sus funciones. Una de ellas es S Bean, que puede intercambiar fotos con sólo apoyar el panel trasero de dos teléfonos entre sí, mediante su chip NFC y conexión Wi-Fi. Esta última, mediante la función DLNA, permite compartir fotos y videos entre varios dispositivos (teléfonos o, si se les conecta un dongle, notebooks y Smart TVs) gracias a AllShare Cast.
Sin dudas, la medalla mejor ganada es la del reconocimiento facial que posee su pantalla, capaz de interpretar gestos en el rostro del usuario para realizar funciones más rápidamente. Por ejemplo, si el usuario está mirando el teléfono se anula la función de apagado automático del display.
Pero todas estas ventajas de software incluidas en el Android 4.0 que motoriza este nuevo objeto del deseo tienen su correlato en el hardware. La pantalla super AMOLED HD de 4,8 pulgadas nada tiene que envidiarle al display RETINA del iPhone. Y el procesador Exynos 4 de cuatro núcleos permite, entre otras cosas, que se pueda reproducir un video en una pequeña pantalla mientras realizamos otras tareas, al estilo picture in picture.
La cámara principal de 8 megapíxeles merece otro apartado ya que puede sacar 3,3 fotos por segundo. Esta rápida respuesta y el hecho de que el software obtiene una veintena de imágenes en modo ráfaga permiten que nunca se escape una buena toma y que se pueda elegir aquella que luzca mejor.
Samsung aprendió la lección y apuesta todo por el software, acompañado por un hardware de alto nivel. Por eso “regala” 50 GB de espacio en DropBox para sus clientes (contra la 5 GB que brinda Apple a través de iCloud), a pesar de sus teléfonos contarán con capacidades de 16, 32 y 64 GB. Además, anunció una versión exclusiva de FlipBoard para su teléfono, una app que todos los usuarios de Android que usan redes sociales quisieran tener pues convierte los streams de Facebook y Twitter en una vistosa revista.
Londres llenó de medallas de oro el cuello del Galaxy SIII y habrá que ver qué tiene la competencia (especialmente, Apple y HTC; Nokia está perdiendo sus récords olímpicos) para frenar a la firma coreana como máximo fabricante de smartphones en el mundo.