24 agosto, 2009
Esteban Bullrich es diputado nacional por el partido liderado por Macri y durante el debate del impuestazo en el parlamento fue uno de los que votó en contra del proyecto: en dialogo con RedUSERS enumeró las claves por las cuales considera a esta medida como una mentira.
Los cinco puntos elaborados por el funcionario están anclados en los motivos más sólidos que el oficialismo y la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, defienden el proyecto que aumentaría hasta un 30% el precio de celulares, monitores LCD y cámaras fotográficas.
1> La tecnología es un lujo: “Este punto es ridículo, más que un lujo es una forma de acceso a la información, entonces es casi un derecho para salir de la pobreza. La mayor parte de la población está permanentemente en contacto gracias a los teléfonos celulares y sus principales consumidores son personas de bajos recursos. Nunca podemos decir que es un lujo”.
2> No hay otro lugar donde sacar el dinero para recaudar: “Sabemos que esto no es cierto. Desde el PRO sugerimos 10 lugares desde donde se pueden sacar fondos para recaudar. Es más, la cartera que maneja Julio de Vido tiene asignados millones de pesos sin ejecutar”.
3> Los aumentos costarán 500 millones de pesos: “La cifra real con respecto a los aumentos que se verán reflejados en los precios finales de los equipos, llegarán al nivel de los 3.000 millones de pesos”.
4> El impuestazo es una medida para crear empleo: “Mayoral, el lobbista central de las compañías radicadas en Tierra del Fuego, anunció que con la medida se van a crear 154 puestos de trabajo ¿es racional una medida de esa magnitud para mover tan poca fuerza de empleo?”
5> Beneficia a la industria nacional: “Esto es completamente falso, no se motiva el desarrollo tecnológico propio, se compra un aparato en otro lado pero se cambia la etiqueta, la bolsa y el envoltorio en Tierra del Fuego: el producto no es nacional, sino la etiqueta que se le mete en la cadena de montaje”.
Como todos saben, el debate en el Senado por el impuestazo fue postergado hasta septiembre, y si bien nada está dicho aún, los fabricantes situados por fuera de la provincia fueguina piensan que no habrá vuelta atrás.
Contrario a esta posición, Bullrich se mostró optimista: “Mi abuelita decía que lo único que no hay que perder es la esperanza. Hay que seguir peleándola hasta que ya no quede nada por hacer, y me parece que todavía podemos revertir la situación luchando todos juntos”.
Si se llega a aprobar el impuestazo, el funcionario dijo que se deberá a dos causas: “Quizás no fuimos capaces de comunicar a todos el impacto negativo que tiene esta medida. Por afuera de esto creo que hay intereses muy concentrados que están buscando un beneficio individual que impactará a los argentinos no tanto ahora, sino a futuro”.
Por Leandro Piñeiro