18 marzo, 2016
Esta nota fue publicada originalmente en la edición 146 de revista POWER. Podes suscribirte a la versión impresa y/o digital aquí
El hardware de las computadoras no para de avanzar y deja atrás incluso a las consolas que recién han sido lanzadas al mercado. En este artículo haremos un recorrido por los distintos componentes de la PC y nos enfocaremos en definir cuáles son las características más importantes que se deben tener en cuenta a la hora de comprar.
Motherboard
La variedad de placas madre disponibles en la actualidad es asombrosa. Aquí, las claves para elegir la adecuada para nuestro equipo.
Para comenzar debemos tener muy claro qué es y para qué sirve un motherboard. En principio, se trata de una gran tarjeta de circuitos impresos. Esos circuitos suelen conocerse como buses y sirven para intercomunicar los distintos componentes de la PC.
A continuación veremos algunas características que debemos buscar tener en un motherboard del año 2016.
USB 3.1
El puerto USB es una de las tecnologías de mayor impacto en la historia de las últimas décadas. Su gran virtud la encontramos en su capacidad para evolucionar y adaptarse a nuevos usos. Por ejemplo, el primer USB fue diseñado para permitir la conexión en cadena de hasta 127 dispositivos. Esto era genial en el papel, pero el nivel de energía proporcionado por la interfaz era tan bajo que apenas alcanzaba para uno. Hoy en día, las más modernas versiones de USB nos permiten cargar rápidamente nuestros dispositivos móviles. La mayor novedad en el mundo del USB la encontramos en la reciente versión 3.1, que recién comienza a aparecer en los motherboards. USB 3.1 permite una velocidad de transferencia máxima de 10 Gbps (el doble que la versión 3.0), lo que es sencillamente genial.
Pero lo mejor de la nueva versión de USB no es su velocidad de transferencia, sino la capacidad de entregar hasta 100 Watts de energía. Esto serviría no sólo para cargar nuestros móviles muy rápidamente, sino que también permitiría la creación de notebooks sin cargadores propietarios, que se alimenten de cualquier puerto USB 3.1 disponible. Sin dudas, eso sería un cambio formidable y una gran mejora para las portátiles.
Almacenamiento
El puerto SATA 6G es el más utilizado en la actualidad para conectar discos duros a la PC. Su velocidad máxima de 6 Gbps lo hace apto para unidades tradicionales y para discos SSD. Sin embargo, estos últimos ya son capaces de ofrecer velocidades de transferencia que exceden las posibilidades de SATA 6G. Por eso, están surgiendo nuevas interfaces para permitir la conexión.
En primer lugar debemos mencionar a SATA Express, que es la sucesora oficial de SATA 6G. El nuevo estándar permite una velocidad máxima de 10 Gbps. Si buscamos un motherboard nuevo, es recomendable que tenga, al menos, uno de estos puertos. No obstante, debemos reconocer que los discos compatibles tardan en aparecer en el mercado.
Quizás mejor suerte tenga el estándar M.2, que permite conectar unidades SSD en formato de tarjetas pequeñas. La velocidad de un conector M.2 depende mucho de la cantidad de líneas PCI Express que tenga conectadas en el motherboard. Así, puede variar entre los 10 Gbps y los 32 Gbps. Algunos fabricantes llaman a esta última velocidad “Turbo M.2” o “Ultra M.2”. En cuanto a los externos, vemos desaparecer al puerto eSATA y prevalecer a los más nuevos USB 3.0/3.1 y Thunderbolt.
PCI Express 3.0
La nueva versión de PCI Express ya se encuentra entre nosotros y ofrece una velocidad de transferencia de datos por línea que es el doble que la versión anterior. En este caso el protocolo se ha optimizado para permitir duplicar la transferencia de datos al utilizar una frecuencia de 8 GHz, en comparación con los 5 GHz de la versión 2.0.
Si bien la última generación de placas de video es compatible con el nuevo y rapidísimo bus, la verdad es que en ese sentido no notaremos ninguna mejora. Los 16 GB/s que ofrece la versión 2.0 en un puerto x16 todavía son más que suficientes para cualquier tarjeta gráfica de alta gama. Sin embargo, PCIe 3.0 sí viene perfecto para complementar los nuevo puertos de alta velocidad como SATA 6G y Thunderbolt (en especial este último), que necesitan disponer de una alta velocidad de transferencia.
Memoria RAM
El componente indispensable para tener un equipo ágil en entornos multitarea.
La memoria RAM siempre ha sido de vital importancia en las computadoras. Su función es la de almacenar datos para que puedan ser tomados rápidamente por el procesador y por la placa de video. Estos son, como sabemos, los dos puntos de procesamiento crítico en una PC para juegos y demandan que se les entregue datos rápidamente. No obstante, las placas de video tienen su propia memoria integrada, así que nos concentraremos en el procesador.
Una manera e entender el funcionamiento de la memoria RAM es pensarla como un espacio de almacenamiento rápido (buffer) entre el disco duro y el procesador. Si el procesador tuviera que tomar los datos directamente del disco, de manera repetitiva, las computadoras serían verdaderamente lentas.
A continuación analizaremos el impacto que puede tener la memoria en nuestro sistema y cuáles son las cuestiones que debemos considerar para comprar o aumentar la de nuestro sistema.
Cantidad necesaria
Acerca de la memoria hay un principio básico que debemos tener siempre presente: cuantos más datos podamos cargar en la memoria, menos probable será que el procesador tenga que buscarlos en el lento disco duro. Si tenemos la RAM suficiente, la planilla estará allí lista para aparecer en pantalla al instante cuando hagamos <Alt+Tab>.
Una buena cantidad de memoria también acelera el inicio e Windows, la carga de aplicaciones y, en gran medida, la carga de juegos y sus niveles/mapas.
Para las computadoras de oficina o que se utilizarán principalmente para Internet basta con averiguar cuál es el valor recomendado para el uso del sistema operativo. En la actualidad, con Windows 10, la cantidad mínima para un buen aprovechamiento de una PC de escritorio con hardware nuevo es de 4 GB.
La utilización de 8 GB viene siendo una medida estándar desde hace un par de años. Si se piensa utilizar la PC para jugar con frecuencia o se van a utilizar herramientas de software pesadas (edición de audio, video e imágenes), ya hay que por 16 GB.
Si bien la cantidad de 4GB de RAM es efectiva y se puede adquirir a bajo costo, hoy en día quienes arman computadoras de alto desempeño van por más. Los módulos más comunes entre los dirigidos a gamers y entusiastas del hardware ya ofrecen 16 GB. Y con dos de ellos se arman los kits que colocan la capacidad de memoria estándar de la alta gama en los 32 GB.
Tecnologías y velocidad
En la actualidad estamos en un momento de transición en cuanto a la tecnología de memoria dominante en el mercado. Como hemos visto en páginas anteriores, Intel está fomentando la utilización de memoria DDR4 con sus plataformas Skylake y Haswell-E.
Sin embargo, el mercado sigue estando llego de memorias DDR3 y este es el tipo utilizado por la anterior generación de Intel (LGA 1150) y la actual de AMD (sockets AM3+ y FM2+).
La RAM DDR3 comenzó con módulos que tenían una frecuencia de 1066 MHz. Enseguida surgieron los DIMMs de 1333 MHz, que hasta hace poco eran los más utilizados.
Si hablamos de memorias de alta velocidad ya nos encontramos con módulos de 1600 MHz, 1866 MHz y, más recientemente, 2133 MHz. Por el lado de DDR4, la velocidad inicial es de 2133 MHz, pero ya están disponibles en el mercado módulos con distintas velocidades, que llegan en los casos más extremos a los 3200 MHz.
Ahora bien, la frecuencia en MHz no es siempre un indicador preciso del rendimiento que es capaz de ofrecer una memoria RAM. Esto se debe a que existen otros valores llamados “latencias”, que indican tiempos de espera internos propios de los chips de RAM y que tienen un gran impacto en la velocidad real. Los valores de latencia se detallan con una serie de números (como 9-9-9-24) y el más significativo es el llamado CAS Latency (que suele ser el primer número de la serie).