27 noviembre, 2013
Los grandes estudios de Hollywood siempre han tenido la idea de que la piratería les supone pérdidas cuantiosas en términos de ganancias no percibidas. No resulta sorprendente que siempre hayan ejercido una gran presión para que el gobierno estadounidense combata dicha actividad, a veces dando lugar a medidas que pueden calificarse como excesivas. Hace poco varios ejecutivos de la industria cinematográfica se reunieron con el Presidente Barack Obama para pedirle les ayude a alcanzar un nuevo trato con las empresas tecnológicas de Silicon Valley. Obama conversó con el CEO de Disney, Robert Iger, El CEO de CBS Corp., Leslie Moonves y Kevin Tsujihara, CEO de Warner Brothers. La discusión se prolongó durante casi una hora. Obama le pidió a los empresarios que buscaran puntos de acuerdo con las empresas tecnológicas y ofreció la ayuda del gobierno para tender lazos entre ambas partes.
El problema es que muchos de los intereses de una industria parecen chocar con los de la otra. El clima de desconfianza se instaló desde que la MPAA (Motion Picture Association of America) intentara impulsar en el congreso una ley anti piratería que fuera condenada por las empresas de Silicon Valley. Vale recordar que este organismo fue el que consiguió el cierre del sitio de torrents ISOHunt en octubre de 2013. Entre las aspiraciones de la industria cinematográfica se encuentra evitar que los motores de búsqueda enlacen sitios web con contenido pirateado. También esperan ser considerados en los próximos acuerdos transatlánticos para que los países participantes tengan estándares similares a los de los Estados Unidos.
La industria cinematográfica es mayormente simpatizante del partido demócrata, y muchos de sus empresarios son benefactores de Obama. El presidente de los Estados Unidos ha destacado el papel de la televisión y el cine para la economía de dicho país y la difusión de su cultura. El encuentro de Obama con los representantes de la industria se dio con motivo de uno de tantos eventos de recaudación de fondos de campaña.
Fuentes: WallStreetJournal