25 agosto, 2012
La guerra de patentes entre Apple y Samsung parece un cuento de nunca acabar. Esta vez, un tribunal de Seúl impuso sendas multas simbólicas a ambas compañías, y la retirada de algunos productos del mercado, por infracción de patentes en sus aparatos móviles.
Según informó El País, Apple pagará al principal fabricante de móviles del mundo más de 35 mil dólares por violar dos de sus patentes de transmisión de datos inalámbricos. Además, el tribunal obliga a retirar del mercado surcoreano los aparatos que utilizan estas patentes: iPhone 3GS y 4 y los dos primeros modelos de iPad. Sin embargo, quedaron tanto el iPhone 4 como la última versión de la tableta, fuera de la medida.
Por su parte, el tribunal estableció que Samsung infringió una patente de la compañía californiana sobre el uso de los aparatos, al copiar el efecto rebote de la pantalla cuando se llega al final de un documento. Para este caso, la indemnización alcanzó los 22 dólares.
Además, Samsung tampoco podrá vender los aparatos que incluyen esta tecnología (Galaxy S, Galaxy SII, Galaxy Nexus y Galaxy 10.1), que ya fue substituida en los nuevos móviles y tabletas del fabricante.
En un comunicado, la empresa surecoreana señaló: “La decisión de hoy afirma nuestra posición de que una sola empresa no puede monopolizar rasgos genéricos de diseño”.
Esta sentencia es parte de la batalla judicial entre los dos gigantes tecnológicos por respectivas patentes y se produce mientras se espera el veredicto de un tribunal de California, Estados Unidos, que podría producir multas multimillonarias y condicionar el mercado de la telefonía móvil en ese país.
Apple denunció a Samsung en 2011 por considerar que la firma surcoreana había copiado los diseños de sus aparatos móviles para fabricar su siguiente generación de teléfonos y lanzar su tableta Galaxy Tab.
Pero Samsung respondió con una denuncia a Apple en la que señalaba que la compañía estadounidense se había apropiado sin permiso de su tecnología relativa a sistemas de comunicación “wireless” y cámaras fotográficas para teléfonos.
La guerra legal entre ambas compañías comenzó en abril de 2011, cuando Apple demandó a Samsung y consiguió la suspensión temporal de ventas de productos del surcoreano en Alemania y Australia.
