26 marzo, 2012
Un denominador común en muchas historias de ciencia ficción son las armaduras biomecánicas capaces de darle a un ser humano una fuerza descomunal. Lo vimos en series animadas como Macross o Neon Genesis Evangelion, y en películas como Aliens, Avatar o Iron Man.
Si bien todavía estamos lejos de “vestir” a una persona con un traje biomecánico y llevarlo por la vida levantando vehículos con un brazo, parte de esto empieza a hacerse realidad a partir de una nueva sociedad entre la NASA y General Motors para dar forma a K-Glove: un guante robótico que ayuda en el levantamiento y sostén de objetos de mucho peso.
K-Glove combina sensores de presión, tendones sintéticos y motores especiales para que, el sostener un objeto de 9,5 Kg nos demande sólo 4,5 Kg de fuerza (el esfuerzo se reduce casi a la mitad). Pero la cosa no es pura fuerza, ya que los sensores de presión evitan que “se nos vaya la mano” y provoquemos roturas en tareas delicadas.
Dos cuestiones obvias pero que vale la pena aclarar: por ahora se trata sólo de un prototipo que hay que mejorar muchísimo. Para empezar el peso del dispositivo en sí que ronda el kilogramo (sin las baterías de litio), y que se espera sea mucho menor. Y por otro lado el hecho de que en principio esto estará destinado a trajes espaciales. Si bien se habla de una futura versión comercial, para ello falta.
Empezamos por los guantes, pero al menos de mi parte no veo la hora de poder lucir el traje completo.