7 marzo, 2014
Japón se ha sumado a la ya no tan pequeña lista de países que han declarado que el bitcoin no es una moneda. Según el marco regulatorio japonés la moneda virtual no puede tratarse como una moneda tradicional. La Agencia de Servicios Financieros y el ministro de Finanzas de Japón han señalado que el bitcoin no se encuentra dentro de sus esferas de acción.
El gobierno japonés ya se ha puesto a trabajar sobre una serie de normas destinadas al control del funcionamiento del bitcoin. Sus primeras definiciones colocarían al bitcoin como un bien, en una posición similar a la que tiene el oro. Como consecuencia el gobierno no tendría jurisdicción para intervenir sobre el caso Mt. Gox. Sin embargo, al otro lado del Pacífico, los fiscales estadounidenses se han propuesto investigar el fin de la empresa que fue la principal operadora de moneda virtual a nivel mundial.
Japón pareció no preocuparse demasiado por el crecimiento de la moneda virtual hasta que la empresa Mt. Gox, con sede en ese país, colapsó. La bancarrota se produjo como consecuencia de la pérdida de casi USD 500 millones por un ataque de hackers en un sistema de seguridad que fue calificado como deficiente. Un destino similar tuvo el operador Flexcoin luego de que unos USD 600 mil fueran robados. Muchos han visto la actitud del gobierno japonés como una forma de deslindar cualquier tipo de responsabilidad que pudiera tener frente a los perjuicios de los que han sido víctimas varios inversores.
La autoridades japonesas evalúan un impuesto a las transacciones en bitcoins, aunque no han señalado de qué manera se implementaría la medida. Takuya Hirai, jefa del panel de IT del Partido Democrático Liberal señaló: “Todavía no hemos dado cuenta totalmente de la situación, pero algún tipo de regulación es necesaria para proteger a los consumidores, y también discutiremos la posibilidad de un impuesto”.
Japón no es el único país preocupado por establecer una regulación a la moneda virtual. La idea también ha echado raíces en los Estados Unidos, Rusia y China.