6 agosto, 2010
“Nos vamos a quedar sin IPs”, “Internet está a punto de saturarse”, “Hay que cambiar ya a IPv6”, son algunas de las expresiones sobre el “IPcalipsis” o el apocalipsis de las direcciones IP que venimos leyendo o escuchando durante los últimos meses, y si bien todavía no se cumplieron, parece que esta vez va en serio.
Según una estadística de la firma Hurricane Electric, faltan aproximadamente 336 días para que las direcciones IPv4 -que son las que nos resultan más conocidas a todos- se agoten.
Todo dispositivo conectado directamente a Internet consume una IP, y a medida que se van conectando más y más aparatos, el número de IPs disponibles baja.
Actualmente, se calcula que de las 4.294 millones disponibles, quedan libres unos 228 millones (un 5% del total), y esta cifra baja a un ritmo espectacular.
Hasta ahora, cada vez que se alertaba de la falta de IPs los ingenieros del sector salían con soluciones como el NAT o DHCP, pero parece que ahora sí llegamos a un punto en el que no hay más remedio posible.
Como muchos de ustedes ya saben, la clave es migrar a IPv6, la nueva versión del estándar que permitirá que en Internet puedan coexistir hasta 340 sextillones de dispositivos.
Veamos algunas de sus características:
1. Más direcciones: IPv6 utiliza direcciones de 128 bits en lugar de las de 32 bits de IPv4, lo que supone un incremento exponencial en el número de direcciones IP disponibles.
En lugar de estar limitados a 4.300 millones de direcciones como IPv4, IPv6 cuenta con suficientes direcciones como para que cada persona en el planeta pueda tener miles de millones de direcciones asignadas.
2. Compatible con versiones anteriores: IPv6 es compatible con IPv4, de modo que los fabricantes de hardware o de redes pueden optar por actualizar sus direcciones en momentos diferentes sin interrumpir el flujo de datos en Internet.
Más tarde o más temprano, todos los equipos IPv4 serán reemplazados e IPv6 será la única dirección en uso. En cualquier caso, eso podría tardar en ocurrir décadas, por lo que la compatibilidad hacia atrás será crucial para el futuro.
3. Mejora de la Seguridad: IPv6 ha sido diseñado pensando en el cifrado y encriptación. Así, mientras que en IPv4, IPsec es un componente de seguridad opcional, en IPv6 es obligatorio.
Cada paquete de datos IPsec está cifrado y autenticado, por lo que muchos de los ataques maliciosos que plagan hoy en día Internet será imposible que ocurran, o al menos, más difícil.
4. Mejor rendimiento: Se hicieron cambios en el modo en que los paquetes IP se forman y en el modo en que los routers IPv6 procesan los paquetes para mejorar el rendimiento.
De esta manera, hay menos pérdidas o paquetes perdidos, así como conexiones más fiables y eficientes.
Hasta aquí todo muy lindo, pero nos enfrentamos a un problema considerable, que es el tener que migrar toda la tecnología IPv4 existente al protocolo IPv6 y sin ocasionar molestias.
Los sistemas operativos ya son compatibles con el uso de IPv6, ya que es una tecnología que se presentó en 1998, pero no así el hardware de red, sobre todo el doméstico si hablamos del caso de routers.
Varios ISP ya experimentan o tienen implementada IPv6 en sus enlaces troncales, aunque cuando llegan a la casa del abonado, normalmente mantienen IPv4.
No obstante, algunos sitios webs como YouTube ya están experimentando con el nuevo estándar.
Por otro lado, hay quienes sostienen que no se deberían hacer afirmaciones sensacionalistas acerca del fin de Internet y que el IPv4 todavía tiene cuerda para rato, aunque el tiempo disponible sea cada vez menor.
¿Qué opinan ustedes?