12 septiembre, 2018
Tal como se esperaba, no hubo sorpresas en la presentación que Apple realizó este miércoles en su campus de Silicon Valley. La compañía comandada por Tim Cook presentó tres nuevos teléfonos, los XS, XS Max y XR, que confirmaron la información que desde hace semanas circulaba en la web.
Los dos primeros son los sucesores naturales del iPhone X y presentan a nivel estético pocas pero importantes diferencias con el modelo de 2017. En primer lugar, estarán disponibles en color dorado; en segundo lugar, la versión Max llegará al mercado con una pantalla OLED de 6.5 pulgadas, la más grande incorporada en un iPhone Hasta la fecha.
A nivel tecnológico, si bien hay varias novedades, no se trata de especificaciones disruptivas, ya que se trata de modelos de transición (como suelen ser los bautizados con la letra S), que continúan la huella de sus antecesores directos. La pantalla, por caso, ahora posee un rango dinámico mejorado, como así también el sonido estéreo y la velocidad de respuesta de Face ID.
Pasando al procesador, un componente fundamental de los nuevos iPhone, hace su debut el esperado A12 Bionic, el primero de la compañía en ser fabricado con un proceso de 7nm (algo que ha hizo Huawei y que a fin de año haría Qualcomm). La unidad de 6 núcleos trae las esperadas mejoras de rendimiento que se esperan de un chip de nueva generación, aunque no tendrá un impacto significativo en el ahorro de energía: según Apple, el modelo XS tiene una autonomía de hasta 30 minutos más que el iPhone X, mientras que en el caso del Max, llega a una hora y media.
Respecto a la cámara, se repite la configuración trasera de dos lentes de 12 pulgadas, siendo uno de ellos gran angular. Como era de esperarse, la nueva generación suma pixeles más grandes y la apertura es más amplia, por lo que las capturas con baja luz serán sensiblemente mejores. Dos datos más: vuelve a estar presente el estabilizador óptico de imagen y la cámara delantera es prácticamente igual que la del año pasado, ya que las specs son las mismas (seguramente el rendimiento sea ligeramente superior). Por último, vale destacar el software de procesamiento de imagen que suma la tecnología Smart HDR, una solución similar al HDR+ de Google que mejora el rango dinámico de las fotos al tomar varias capturas en simultaneo.
Pasando al XR, se trata del modelo de entrada de este año, y ofrece un rendimiento similar al de sus hermanos mayores aunque con algunas limitaciones. En primer lugar, su pantalla de 6.1 pulgadas es LCD y no OLED (1792x828p y 326PPI, sin 3D Touch) y su construcción es de aluminio y no de acero inoxidable.
Por otro lado, el equipo posee una sola cámara de 12 pulgadas, por lo que en algunas situaciones el rendimiento fotográfico será algo menor al de los XS. Su procesador, en cambio, es el mismo A12 de la gama premium, por lo que en performance general no debería haber diferencias palpables entre los tres modelos.
El equipo, que promete mejorar la duración de batería con respecto al iPhone X en un porcentaje muy pequeño, estará disponible en una amplia variedad de colores, una estrategia que remite al viejo iPhone 5C: negro, blanco, rojo, amarillo, azul y coral.
Respecto a los precios y la disponibilidad, la línea XS/XS Max estarán en preventa a partir del viernes 14 de septiembre y llegarán a minoristas el 21 de septiembre, a US$999 y US$1099 respectivamente para sus opciones más económicas, de 64GB.
El XR, por su parte, hará su debut recién en octubre, ya que el 19 saldrá a preventa y el 26 arribará al mercado minorista. El precio para su versión más accesible, de 64GB, será de US$749.