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El iPhone cumple 10 años: Qué cambió con su lanzamiento


Hace 10 años, el 9 de enero de 2007, Steve Jobs presentaba al mundo el dispositivo con el que Apple tomaría por asalto la industria de la telefonía móvil y la redefiniría por completo. En el marco de la conferencia Macworld, el mandamás de la firma de Cupertino reveló el primer iPhone, un teléfono móvil pensado para una era donde las llamadas telefónicas empezarían a dejar lugar a otras formas de comunicación digital.

Si bien muchas de las tecnologías aplicadas en el equipo ya eran utilizadas por otros fabricantes (sí, en cambio, fue el primero en utilizar pantallas capacitivas y multi-touch), el acierto de Apple fue combinarlas en un solo producto e incorporar una interfaz de usuario que permitía aprovechar con eficacia cada una de ellas. iOS permitía una interacción fluida con un ecosistema que en los años posteriores crecería a pasos agigantados de la mano del app store (que haría su debut recién en 2008).

Vale destacar que el primer iPhone no era un equipo perfecto. Por el contrario, se trataba de una unidad con varias limitaciones y sus especificaciones no eran demasiado sorprendentes. Su resolución de 160ppi no era gran cosa, la batería tenía poca autonomía y la cámara, que en los años posteriores se convertiría en uno de sus principales atributos, era de solo 2Mpx. Aún así, el impacto en la industria fue dramático, ya que el resto de los fabricantes, incluidos verdaderos gigantes como Nokia y Motorola, tuvieron que adaptarse a una filosofía móvil donde los botones físicos desaparecían para dejar lugar a grandes pantallas táctiles.

La aparición de Android, en noviembre de 2007, ayudó a que muchos fabricantes pudieran acercarse al concepto presentado por Apple sin necesidad de encarar el desarrollo de software desde cero. 10 años después, compañías que en ese momento tenían una participación menor o inexistente en la industria (léase, Samsung o Huawei) se han convertido en verdaderos pesos pesados, mientras que la ya citada Nokia o la canadiense Blackberry, cada una con respectivos dominios sobre el mercado masivo y corporativo, son una sombra de lo que alguna vez fueron.

Está primera década cumplida mostró que las ideas impulsadas (algunas propias, otras “inspiradas” en sus rivales) por Steve Jobs y su equipo de ingenieros fueron acertadas. El usuario dejó de ver al smartphone como un teléfono con capacidades multimedia, para pasar a contemplarlo como una computadora móvil en sí. La industria del software impulsó el desarrollo de Apps haciendo que pequeños estudios se conviertan en firmas multimillonarias. Ejemplos como Instagram, Whatsapp o Rovio, que han ganado miles de millones gracias a las masificación del uso de teléfonos inteligentes, dejan en claro el profundo impacto que tuvo el iPhone en distintos ámbitos.

Sin embargo, el mayor mérito del teléfono de Apple tal vez sea el haberse mantenido vigente todos estos años, aún sin ser el equipo más avanzado o innovador del mercado. El departamento de marketing del fabricante estadounidense ha sabido capitalizar la popularidad del iPhone año a año, aún cuando los últimos trimestres muestren una ligera baja en las ventas. No importa que cientos de millones de usuarios en todo el mundo utilicen una de estas terminales, para el consumidor sigue siendo un símbolo de status, la tarjeta de entrada a un circulo exclusivo que, claramente, no es tal, pero fue cimentado por la larga trayectoria de Apple en el mercado de computadoras de alta gama.

Los desafíos que hoy enfrenta son los mismos a los que se enfrentaron el resto de los fabricantes en 2007. Las diferencias entre teléfonos son cada vez menores, el margen de innovación es más acotado (o eso parecen demostrar sus últimos lanzamientos). Sin embargo, sigue siendo el modelo de referencia con el que se compara la industria. Es, por antonomasia, el smartphone.

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