2 agosto, 2012
El desarrollo normal de nuestras vidas actuales depende del omnipresente router WiFi, hoy nuestro puente principal de conexión con el Mundo, por eso nos dedicamos este mes en revista USERS a entenderlo y exprimirlo.
Pero en estos días estuve probando Smart TVs y Smartphones (¡que mundo tan smart!), y me siento abrumado por la cantidad de distintas antenas y protocolos de comunicación que están incluyendo los dispositivos. Al viejo y querido Wi-Fi se le estan sumando, entre otros:
Wi-Fi Direct. Ya incluido en muchos smartphones, permite la conexión directa entre dos dispositivos Wi-Fi sin necesidad de un router. La contra es que, si ya estamos conectados a una red Wi-Fi, tenemos que desconectarnos de la misma para conectarnos a otro dispositivo por Wi-Fi Direct. El Samsung Galaxy S III trae dos antenas para poder establecer estas dos conexiones al mismo tiempo.
Intel WiDi (de Wireless Display, Pantalla Inalámbrica). Hoy podemos hacer casi todo sin cables, pero para conectar nuestra notebook a la TV o al proyector tenemos que usar aún el molesto (y siempre demasiado corto!) cable HDMI. Recientemente en un evento de prensa pude ver funcionando el estándar WiDi que propone Intel: le colocamos un dongle al USB de nuestra TV y, pulsando un botón en nuestra notebook WiDi, la tele replica instantáneamente el contenido de la pantalla de la notebook, genial. Obviamente transmite video Full HD (algo que no se puede hacer por WiFi). Un protocolo muy necesario, ojalá se estandarice pronto.
NFC: Near Field Communication (Comunicación de Campo Cercano), una tecnología para comunicaciones de muy corto alcance pero de extremadamente bajo consumo energético, se está incluyendo en los últimos smarphones. Permiten cosas como intercambiar tarjetas de presentación chocando entre sí dos teléfonos. Google le dio el impulso definitivo al lanzar en septiembre del 2011 Google Wallet, un sistema de pagos que utiliza esta tecnología.
Bluetooth 4.0 o Bluetooth Smart (les suena la palabrita? 🙂 integra tres protocolos, el Bluetooth clásico, Bluetooth de alta velocidad, que utiliza momentamente y de manera transparente la antena Wi-Fi de los dispositivos y Bluetooth Low Energy (BLE) orientado a pequeños dispositivos de muy bajo consumo, que podrán operar meses o años con una pila de reloj, consumiendo un 10% del Bluetooth tradicional.
Y podría seguir y seguir, con el RFID que ni siquiera necesita fuente de alimentación y la usan las etiquetas de telepeaje que se adhieren al parabrisas, Wireless USB, LTE … y así en una lista interminable de protocolos y radiofrecuencias, pero no sigo más porque de tantas ondas en el aire se me están friendo los… pensamientos.
Miguel Lederkremer Director Editorial Revista USERS
Editorial publicada
en USERS 256