17 julio, 2009
Cada aplicación tiene una forma predeterminada de iniciarse. En el caso de Microsoft Word, se abre un documento nuevo en blanco que permite escribir directamente en él. Pero quizá esa no sea la forma más conveniente de comenzar a utilizarlo. Por ejemplo, puede que nunca empecemos con este documento vacío sino con alguna plantilla o archivo existente.
Para no tener que cerrarlo cada vez que abramos Word, podemos crear un acceso directo personalizado que responda a nuestras necesidades por medio del uso de los potentes modificadores de línea de comando a fin de variar el comportamiento inicial del programa, solucionar problemas o realizar funciones sin abrir el documento, por ejemplo.
Primero veamos el modo de implementarlos y, luego, los principales modificadores que se encuentran a nuestra disposición. Podemos hacerlo escribiendo entre comillas la ruta de acceso al archivo y luego el modificador elegido (por ejemplo: “C:\Archivos de programa\Microsoft Office\Office12\WINWORD.EXE” /n) desde el cuadro de diálogo Ejecutar o como ubicación de un nuevo acceso directo. En este aso, el modificador /n sirve para abrir Word sin un documento nuevo. Otros útiles son:
- /q Inicia el programa sin la pantalla de bienvenida para acelerar el acceso.
- /w Abre una nueva instancia independiente de otra que ya estaba abierta, creando un documento en blanco.
- /safe Inicia Word en modo a prueba de errores. Muy útil en caso de existir problemas al deshabilitar todas las características que pudieran ocasionarlos.
- /t Abre el programa con una plantilla diferente de Normal. Seguido del modificador, sin espacio intermedio, escribiremos la ruta de acceso.
- /l Carga junto al programa algún complemento que especificaremos escribiendo su ruta de acceso luego del modificador, también sin espacio entre ambos.
- /r Registra Word en el registro de Windows nuevamente, pudiendo, en ciertos casos, salvarnos de la reinstalación.
Jonatan Ienco – jienconet@gmail.com
Truco publicado en Power 53.
