12 enero, 2015
La incertidumbre dejo lugar a la adrenalina, y el espectáculo terminó ganándole al escepticismo previo en lo que fue la primera carrera de la Fórmula E llevada a cabo en suelo argentino. El resultado, a fin de cuentas, fue anecdótico: la gran ganadora de la tarde del sábado fue la flamante categoría impulsada por la FIA que, contra todos los pronósticos, brindó un espectáculo notable en las calles de Puerto Madero.
El escenario, a priori, era el ideal. Día soleado, una importante afluencia de espectadores (los número oficiales aseguran que hubo más de 10.000 personas en las tribunas del circuito) y la presencia de varios nombres ilustres que daban el toque de prestigio necesario a un acontecimientos de estas características. Figuras de la talla de Alain Prost (cuádruple campeón de la Fórmula 1 y mandamás del equipo E.Dams-Renault) y Jean Todt (#1 de la FIA), dan cuenta de las expectativas puestas por el mundo motor en la Fórmula E, “experimento” que está dando sus primeros pasos en un deporte que mira con cierto recelo a los motores impulsados por energía alternativas.
El motor eléctrico es, sin dudas, la línea que divide a los que están a favor o en contra de la propuesta. Desarrollado por McLaren (es similar al utilizado en el superdeportivo P1), posee una potencia de 270HP (200kW), con una velocidad máxima de 225 Km/h y una aceleración de 0 a 100 de sólo 2.9 segundos; aunque su característica más polémica es que casi no emite ruidos. El ruido atípico entregado por el propulsor generó, en la previa, burlas de todo tipo, que luego fueron acalladas cuando el semáforo de largada se puso en verde y se dio paso a la acción en pista.
Algunos datos a tener en cuenta sobre el motor que equipa a los Renault Spark SRT_01E: Los pilotos disponen de 56kWh de energía por carrera, lo que equivale a 15 televisores prendidos de manera continua durante 15 días, o una lámpara de 60W encendida durante 39 jornadas. Además, por la limitación propia de las baterías, su performance está garantizada solo para media carrera; luego el piloto debe cambiar de auto.
A futuro, una de las cuentas a saldar es la de ofrecer motores con mayor potencia. Desde la organización aseguraron que el objetivo para la próxima temporada es abrir la competencia para que los constructores incorporen sus propios motores, algo que en la actualidad es hecho únicamente por un solo fabricante, con el apoyo de Renault. Más variedad significa más espectáculo, y eso, a fin de cuentas, beneficia al negocio montado alrededor de la Fórmula E.
Un escollo para alcanzar esta meta es el presupuesto. Según Alejandro Agag, CEO de Fórmula E Holdings, cada scuderia desembolsará a lo largo de la temporada entre 3,5 y 4 millones de euros, que se suman a los 100 millones aportados por la FIA. A modo de comparación, la Fórmula 1 tiene presupuestos por equipo que oscilan entre los 70 y los 400 millones de euros.
La ecología y el desarrollo de tecnologías menos dañinas para el medio ambiente es el tópico que atraviesa cada uno de los comentarios relacionados con la tecnología puesta en la carrera. Según Agag, la “E” de la Fórmula no hace referencia a la electricidad, sino a lo ecológico. El objetivo, de acuerdo a sus palabras, es fomentar el uso de energías alternativas en los medios de transporte, con el fin de tener ciudades más limpias. El gancho marketinero fue certero: son varias las marcas que se han asociado al campeonato en este primer año, a caballo del mensaje eco-friendly que pregonan en cada carrera. Que la E no esté relacionada con la electricidad le otorga a la propuesta un as en la manga: en caso de surgir un tipo de energía más limpia, migrará a esa; así, es posible que en los próximos años se pueda llegar a ver una carrera impulsada por motores a hidrógeno u otras energías renovables.
La imagen “moderna” de la Fórmula E busca diferenciarse de su hermana mayor, la F1, no solo con el uso de motores eléctricos y silenciosos, sino también con la participación activa del público a través de las redes sociales. La inclusión del Fan Boost, que premia con 40HP extra a los tres corredores que más votos hayan recibido por parte del público a través de internet, supo un condimento extra a la hora de disfrutar de la carrera, ya que esta inyección adicional de potencia puede hacer saltar a la punta a un piloto que largue en el fondo de la grilla (en la carrera disputada en Buenos Aires, el alemán Nick Heidfeld capturó la punta gracias a esta singular característica).
¿Cuál es el futuro del campeonato de bólidos eléctricos? La FIA apoya plenamente la propuesta; prueba de ello es el contrato firmado con Fórmula E Holdings por 25 años, donde se otorga el derecho de organización y explotación. En Argentina el acuerdo es por cuatro años, aunque puede extenderse si se consolida entre los aficionados. Hasta ahora, el saldo para los participantes es positivo, sobre todo si se tiene en cuenta que el proyecto empezó a tomar forma hace poco menos de dos años y recién se acaba de llevar a cabo la cuarta fecha de un campeonato de 9 fechas, con varios platos fuertes por venir: Carreras en Londres, París, Miami, Long Beach y Mónaco.
Todo parece indicar que la Fórmula E llegó para quedarse. El veredicto final lo tendrán los fanáticos.