16 octubre, 2018
El cofundador de Microsoft murió a los 65 años de edad como consecuencia de las complicaciones producidas por un linfoma. A principios de octubre de 2018 Allen reveló que la enfermedad que había padecido en 2009, linfoma non hodgkin, había resurgido y por esa razón retomaba el tratamiento.
Allen era un filántropo interesado en las artes y las ciencias. Financió la construcción del museo de cultura pop en Seattle, el Instituto Allen para las Ciencias del Cerebro y varios proyectos similares. Hizo pie en el mundo del deporte y se transformó en el dueño del equipo de futbol americano Seattle Seahawks y el de basquet Portland Trailblazers. Sin embargo su imagen siempre estará asociada al rol que tuvo en el desarrollo de Microsoft junto a Bill Gates.
Allen y Gates impulsaron durante los 70 la idea de que en el futuro cada hogar tendría una computadora de escritorio. Una premisa que hoy en día parece razonable, pero que entonces no tenía un cumplimiento asegurado. Allen dejó Microsoft en 1982, cuando comenzó su primera batalla contra el cancer.
Gates señaló al respecto de la muerte de Allen: “Me encuentro desconsolado por el fallecimiento de mi más viejo y querido amigo, Paul Allen. Desde los primeros días que compartimos en Lakeside School hasta nuestra sociedad cuando creamos Microsoft, pasando por nuestros proyectos filantrópicos en conjunto todos estos años, Paul fue un compañero de verdad y un amigo querido. El mundo de las computadoras personales no existiría sin él”.