13 septiembre, 2012
Para los fanáticos de Los Simpsons el título no necesita demasiada aclaración. Para el resto de los mortales, les cuento que en un capítulo Lisa descubre que su muñeca favorita (Stacy Malibú, una sátira de Barbie), es en realidad un icono sexista que cosifica a la mujer. Se decide entonces a buscar a su creadora (ya retirada) y juntas lanzan otra muñeca (Lisa Corazón de León) que le compite a Stacy desde un lugar donde se destaca rol fundamental de la mujer en nuestra sociedad, apelando a lo intelectual por encima de lo físico.
El día del lanzamiento de la propuesta de Lisa las niñas se avalanzan para comprar a la novedosa Lisa Corazón de León, pero en medio de la corrida se topan con un nuevo modelo de Stacy Malibú, que como novedad trae…. un sombrero.
Asunto resuelto: Lisa Corazón de León es un fracaso, y Stacy Malibú reafirma su liderazgo en el mercado de las muñecas.
Como usuario de Apple me considero un consumidor MUY satisfecho, pero lejos del Fanboy. De hecho tuve mi época, siendo usuario de todas las marcas y sistemas operativos que se les ocurra, de dura crítica para con Apple. Hoy consumo la marca en tanto me reporte una utilidad real, y sólo en los rubros donde esa utilidad se potencie.
Ayer seguimos de cerca al lanzamiento del iPhone 5, y en mi caso particular todo el tiempo estuvo latente la pregunta: ¿y esto en qué me cambia la vida si me decidiese a cambiarlo por mi iPhone 4?
Repasemos algunos puntos
El diseño
Apple presentó a este teléfono casi como un objeto de lujo, comparándolo con un reloj Suizo. De hecho destacaron aspectos como que “durante el proceso de fabricación, dos avanzadísimas cámaras de 29 megapíxeles fotografían la carcasa de aluminio de cada iPhone 5, y después, una máquina analiza las imágenes y las compara con 725 piezas únicas para encontrar la que mejor encaja con cada unidad“.
A su vez los bordes biselados que rodean la pantalla: “se tallaron con diamante y son los que dan al iPhone 5 ese aspecto tan característico”. La parte trasera del iPhone 5 está fabricada con aluminio anodizado de la serie 6.000 (el mismo material de las MacBook), con incrustaciones de cristal cerámico arriba y abajo –en el modelo blanco y plata-, o de cristal pigmentado -en el modelo negro y grafito-“.
Para terminar destacan que “la cobertura de la cámara no es simplemente de cristal. En realidad es cristal de zafiro, cuya dureza en la escala de materiales transparentes sólo es superada por la del diamante. Así es mucho más difícil que se raye”.
De todo esto me quedo con la cobertura de la cámara, porque efectivamente en el iPhone 4 se raya y sin demasiados esfuerzos (aunque otras marcas lograron esto mismo con un buen aro protector, mucho más económico). Por lo demás, la estructura del iPhone 4 es por demás sólida (sé de casos en los que resistió una caída al inodoro), y si quisiera tanto lujo definitivamente me compraría una joya, no un teléfono.
La cámara
Con sus 8 MP, sensor equivalente a los 33 mm de una cámara convencional, y una sensibilidad que parte de ISO 50 (el mínimo para el 4S era ISO 60), la cámara logra definitivamente un mejor manejo de los contrastes y profundidad de campo.
Scott Everett, de Dpreview, publicó una interesante imagen comparativa entre una foto del iPhone 4 y una del iPhone 5.
Ahora bien.. ¿para qué usamos la cámara del smarphone? En mi caso particular capto escenas cotidianas que me toman por sorpresa, y donde el protagonista es la situación en sí y no tanto la calidad exquisita de la imagen. Cuando prevalece lo segundo, no dudo ni un segundo en irme con mi Canon G12 antes que con la mejor cámara del mejor smartphone del mundo.
Por otro lado se anunció la posibilidad de hacer fotos panorámicas de manera nativa, algo que en mi iPhone 4 he logrado maravillosamente con Panoramatic 360 o, un tanto mejor, con 360 Panorama. Les dejo un ejemplo propio:
Ahora graba videos en 1080p. Bien por ellos, en este sentido nada para cuestionar. ¿Videoconferencias con FaceTime en HD? Todavía ni siquiera las pude estrenar en SD porque nadie que conozca usa el servicio, y no tengo ni a Sheldon Cooper ni a Amy Farrah Fowler entre mis contactos. En este sentido, Skype me resulta más práctico.
¿Necesito más que esto? Sinceramente por ahora no.
La pantalla
Pasamos de 3,5 pulgadas a 4 pulgadas. Acá sí agradezco el cambio. Debo reconocer que la pantalla del iPhone 4 me queda chica para interactuar con las aplicaciones o el teclado virtual, y principalmente cuando tengo que usar los pulgares (y eso que, por mi profesión, lejos estoy de tener las manos de un mecánico).
Respecto a la integración de los sensores táctiles a los píxeles de la pantalla retina, técnicamente es un hallazgo que sin dudas replicará en otras marcas. Esto ahorra la superposición de capas y logra un brillo excelente.
Ahora bien, ¿es insuficiente el brillo del iPhone 4? Para nada. Lo uso bajo el sol más cruel de verano, y no me puedo quejar de falta de visión. Es genial que se pueda mejorar, pero la mejora no implica una solución a un problema.
El conector
Para una empresa que fabrica productos con prácticamente NADA integrado en cuanto a puertos se refiere, el cambio del conector no es un tema menor. Todo muy lindo: más chiquito, menos pines, mejor conectividad… ¿pero qué hago con todos los adaptadores que me compré para darle al iPhone la posibilidad de contar con puertos que en otros equipos están integrados? “¡No hay problemas!”, me dice Apple, “Te damos un adaptador“. O sea… un adaptador para el adaptador, o comprarme todos los accesorios de nuevo. ¡No me compliquen la vida!
La conectividad
Cuando hice la portabilidad (que relaté en parte a través de artículos en RedUSERS), uno de mis grandes escollos fue conseguir que la empresa a la que me “mudaba” me pudiera garantizar que me daban una micro-SIM. No quiero imaginarme lo que debería “pelearme” si les caigo con el planteo de una nano-SIM (que para colmo no aporta nada sustancioso para el servicio local, y no es tan fácil de adaptar como hacíamos de SIM a micro-SIM). Claro, Movistar y Personal ya se encargaron de aclarar (sin que nadie les pregunte) que “en breve” ofrecerán stock de nano-SIM. ¿Pero cuanto significa “en breve”? ¿Y de qué stock hablamos?
Respecto a la conectividad LTE, genial, pero por estas latitudes todavía rogamos por que el 3G funcione como un verdadero 3G, y en casos como el ADSL nos encontramos con empresas que anuncian con bombos y platillos conexiones de 7 Mbps, que en la subida cuentan con…. 256 Kbps. La falta de inversión en materia de conectividad sigue siendo una deuda (muy) pendiente, y para cuando el LTE sea algo consolidado, Apple irá por el iPhone 7.
El chip
Sin dudas el A6 es un excelente chip para potenciar al teléfono, pero aquí Apple es víctima de su propia creación. El sistema operativo realmente es muy sólido y sabe “sacarle el jugo” al hardware que potencia a sus equipos. De hecho, mi esposa tiene un iPad de primera generación y yo un iPad 2. Salvo excepciones (como algunas aplicaciones de Adobe, Pinnacle Studio o juegos súper exigentes), para lo que ambos usamos en lo cotidiano no notamos diferencias. De hecho, un amigo a cargo del desarrollo de juegos para una importante cadena de señales de TV (que incluye a varias para niños), se sorprendió cuando le conté que su juego más reciente corría perfectamente en el iPad 1, algo que ellos casi descartaban.
No menosprecio la mayor potencia de esta propuesta, pero hay que ver hasta qué punto llego al nivel de exigencia que me lleve a decir “necesito sí o sí un equipo potenciado por un A6“.
En resumen, hasta ahora lo que más me entusiasmó del iPhone 5 es que logró que el iPhone 4S bajara a USD 99 y que el “viejito” iPhone 4 prácticamente se ofrezca regalado. Y lo mejor… para cuando el iPhone 5 realmente me resulte necesario, probablemente esté presentado el iPhone 6, y lo consiga por la misma módica suma.