9 diciembre, 2013
Según un estudio realizado por la Universidad de Kent de los Estados Unidos, las personas que están más pendientes de sus teléfonos móviles tienden a ser menos felices que las que se permiten una mayor desconexión. Uno de los aspectos advertidos es que los usuarios más activos suelen sufrir de altas dosis de ansiedad, en el caso de los estudiantes se produce una disminución en el rendimiento en clase.
El trabajo fue realizado por Jacob Barkley, Aryn Karpinski y Andrew Lepp. Para el estudio se consideró la experiencia de una población de 500 estudiantes, entre 18 y 22 años, en sus actividades diarias. Los resultados han contrariado lo obtenido en otros trabajos previos en los que se señalaba que los teléfonos móviles mejoraban la interacción social y reducían la sensación de aislamiento.
Los investigadores descubrieron que en vez de hacer sentir a las personas más conectadas a sus amistades, los teléfonos aumentaban su ansiedad al imponer sobre ellos la obligación por un contacto constante. En muchos casos se descubrieron dificultades para desconectarse de redes sociales como Facebook. Uno de los estudiantes investigados afirmó: “La red social algunas veces me hace sentir atado a mi teléfono. Es como si tuviera otra obligación en mi vida”. Otra de las personas consultadas señaló que el uso del teléfono móvil implicaba que siempre podía ser contactado en cualquier momento. Algunos estudiantes señalaron que solían enviar mensajes constantemente día y noche, lo cual resultaba en una actividad estresante por sí misma.
Lepp explicó: “No hay más tiempo de soledad (solitude) en la vida de algunos de estos estudiantes, y creo que la salud mental requiere de un poco de tiempo personal para reflexionar, mirar hacia adentro, procesar los eventos de la vida y recuperarse del estrés diario”. Actualmente la difusión de los smartphones es tal que en ciertas regiones, como el Reino Unido, más del 90% de la población posee un dispositivo móvil.
Fuentes: NZHerald
Imagen: Bizgovsociii