27 noviembre, 2014
No es la primera vez que Google tiene problemas en Europa, pero en esta ocasión las consecuencias podrían ser importantes. El Parlamento Europeo tiene previsto votar una propuesta que podría forzar a la compañía estadounidense a separar sus unidades de negocios en diferentes empresas. El objetivo es separar los motores de búsqueda de las actividades comerciales.
La iniciativa no ha caído bien del otro lado del atlántico y tanto políticos como hombres de negocios señalaron que se trataba de un fenómeno de politización de las investigaciones que pesan sobre Google. La compañía es cuestionada por sus prácticas en relación a los principios de competencia.
El parlamento no ha mencionado de forma específica a Google, pero no tiene que hacerlo, dado que la empresa tiene un 90% de participación en el mercado del continente. La propuesta sostiene que todo el tráfico de Internet debe tratarse con igualdad y sin discriminación y los procesos de búsqueda y resultados no deben estar influidos por otros intereses.
Si la iniciativa es aprobada la Comisión Europea podría actuar contra Google, en tanto se encontraría en conflicto con el objetivo planteado. La empresa cuenta además con la desventaja de ser el blanco de críticas por sus políticas de privacidad. El más reciente hecho relacionado es el pedido de eliminación de resultados para las búsquedas cuando esto fuera pedido por los involucrados. El derecho a ser olvidado demostró no ser el mejor antecedente de la capacidad del Parlamente Europeo para entender cómo funciona Internet.
La Computer and Communications Industry Association de los Estados Unidos ha señalado que la iniciativa tiene poca legitimidad cuando aparece como una herramienta de proteccionismo y para el impulso de objetivos políticos.
Fuentes: IBTimes, Parlamento Europeo