24 septiembre, 2009
En el mundo de los navegadores de Internet, lo que no falta son opciones; Safari es una de ellas: un navegador respaldado por una gran empresa, muy completo y con la intención de competir seriamente con los más populares del mercado.
Safari 4.0
Safari es la apuesta de Apple dentro del mundo de los navegadores web. Es un programa que siempre ha estado a la vanguardia: muchas de las características de los navegadores actuales han aparecido primero en Safari. Para nuestra fortuna, eso no le impide incorporar los adelantos y beneficios en los que sus rivales han dado el primer paso.
Como buen hijo de su padre, Safari se integra especialmente bien con el sistema operativo MacOS y con aplicaciones como iPhoto. Sin embargo, también se ha cuidado su relación con Windows, por lo cual el número de usuarios potenciales se extiende notablemente.
Los requisitos de hardware no son como para preocuparse: cualquier computadora más o menos actual puede cubrirlos. Necesitamos un procesador Pentium de 500 MHz y 256 MB de RAM. Cabe mencionar, sin embargo, que el consumo de memoria en realidad puede llegar muy rápido a los 220 MB, superando en este punto negativo a Firefox. Es decir, no es una aplicación ligera, sino una que apunta a la funcionalidad.
LA INTERFAZ Y LAS PESTAÑAS
Lo primero que debemos hacer apenas comenzamos a probar Safari es ajustar la interfaz a nuestro gusto. Como esto depende de cada uno, haremos apenas unas indicaciones a modo de ejemplo. Vamos al icono [Visualización], que es una pequeña rueda dentada a la derecha de la pantalla. Como segundo paso, elegimos [Personalizar barra de herramientas].
Aparecerá entonces un cuadro con diversos iconos que no están presentes en la interfaz en forma predeterminada, dado que la intención primera del programa es ser lo más despojado posible en su diseño. Arrastramos el icono [Nueva pestaña] hasta la barra, a un costado del buscador incorporado.
También pueden ser útiles las opciones [Favoritos] y [Barra de favoritos]. Si queremos olvidarnos de lo tedioso de los formularios, podemos agregar [Autorrelleno]. La barra de menús también se puede quitar o poner desde el menú de visualización. Safari incluye lo que ya es un elemento obligatorio para cualquier navegador: el sistema de pestañas. Las pestañas pueden reordenarse fácilmente, haciendo clic en ellas y arrastrándolas a la posición que queramos. Además, es posible tomar una pestaña y arrastrarla fuera de la ventana para crear una nueva ventana con ese sitio web. Para deshacer esta operación, basta con tomar la pestaña de esa segunda ventana y arrastrarla dentro de la primera. Si utilizamos la tecla , al hacer clic en un vínculo, éste se abrirá en una nueva pestaña.
Nota publicada en Dr Max 90
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